UN LISTERINE PARA CHAVEZ

UN LISTERINE PARA CHAVEZ

            Fue inventado hace ya ciento treinta y tres años, para esta fecha, o sea en el año de mil ochocientos setenta y nueve, en el estado de Missouri, por los Doctores Joseph Lawrence y Jordán Wheat, para uso en cirugías, como potente antiséptico, basado en una encantadora fórmula de mentol, Thymol, silicato methyl y el maravilloso eucaliptus, agregándole una mágica dosis de etanol en un 21,6%, que lo hace mortal para toda bacteria y que a la vez, todo lo anterior, posee exponenciadas propiedades anti inflamatorias.

            No solo Hugo Chávez debe usarlo oralmente para evitar la inflamación, sino que creo debería ser inyectado en el hinchado cuerpo del paciente, para evitar se riegue la septicemia, que por la maldad a muchos, ha creado como castigo fiel de la providencia y como regalo benigno a los maltratados venezolanos, incluyendo en ellos, a quienes le siguen.

            Se descubrió en 1995 que podía existir una relación entre el cáncer oral y los enjuagues que poseyeran alcohol y por ello Johnson & Johnson, actual dueño de la fórmula, lanzó al mercado el “Listerine zero”.

            El gobierno de Venezuela necesita depurarse, aunque creo que es tarde y por ello, todos andamos buscando una nueva fórmula antiséptica que logre curar los problemas de halitosis creados durante catorce largos y hediondos años de falta de aseo bucal.

            El ha llamado plasta a los santos varones de la conferencia episcopal venezolana y hasta se les ha amenazado con las pailas del infierno. Se maltrató impunemente al Sr. Presidente Luis Herrera Campins, en vida y luego a su muerte, con el degredo. Al Presidente Carlos Andrés Pérez no le fue mejor   y se hizo un gran circo, ayudados por sus inescrupulosas y faltas de sentimiento descendientes, pero todo da igual a esta altura de la infección, porque el listerine ayuda a quitar la placa, pero el problema de Chávez comenzará, precisamente cuando le pongan encima la placa, porque ya no pertenecerá a este reino revolucionario que él ha creado desde el odio y el miedo.

            Ahora mismo termino de leer “La Miedocracia” de Luis José Uzacátegui, quien es un investigador de modelos emocionales y autor de varios libros de psicología política, a quien recomiendo ampliamente, para poder entender este entresijo de agresiones que como tales se le ha devuelto al agresor.

            Con frecuencia temen por mi, al escribir de esta manera a veces flemática, pero llena de humor, porque así debemos ser los empleadores de los políticos, críticos permanentes y sistemáticos de las actuaciones de ellos, porque como lo escribe Uzcátegui: “La libertad es hija de la inteligencia y de la voz”. Es probable que este servidor no sea tan inteligente, pero soy absoluta y libérrimamente libre de expresarme y mofarme de los políticos, de criticarles y también aplaudirles sus éxitos, que mas pronto que tarde también serán nuestros, de manera que seamos audaces y pasemos la pelota del miedo a los que verdaderamente deben sentirlo, porque si nadie se molesta por lo que dices, es que no has dicho absolutamente nada.

            Por los momentos, Chávez debe, muy pronto lavar su boca con listerine y así evitaremos el contagio que por su boca y desde sus entrañas ha intentado inocular en nosotros.