¿EL RESPETO A LOS DESEOS?
Aunque
no lo crean, yo también tuve doce años y pensaba que mi padre era un
arbitrario, desactualizado, maluco, que no me dejaba usar el cabello largo y
que Dios me librara de discutir sobre mis derechos, sobre el respeto a mis
derechos.
Una
persona en plena formación, está buscando la vía correcta para pasar de estado
gaseoso o líquido a sólido, tanto que es en esas edades donde los jóvenes caen
en las drogas con mayor facilidad, producto de la a veces malévola influencia
social, producto de un irrefrenable deseo de ser aceptado por el grupo de
tontos que juegan a dañarse la salud, para hacerse los grandes, pero a lo que
vamos, que la partida de pendejos salió a la calle y este escrito seguramente traerá
mucha cola, materia que me tiene sin cuidado, pero que si usted no está de
acuerdo, por favor déjelo por escrito, pero allí voy, porque no me da la real
gana de respetar los supuestos derechos de los confundidos.
Ahora
resulta que un caga blandito menor de catorce años desea ser mujer, o mejor
dicho desea ser "elle" una cosa que le da permiso para intercambiar fluidos
con hombres, mujeres, perros, caballos o cocodrilos. Eso pareciera cool en
estos días y luego salen los padres, a quienes también les falta formación,
para decir lo orgullosos que se sienten de que su hijo no sepa que es. Ese es
el caso de la hija-hijo de catorce años Jennifer López, por ejemplo, pero el
caso más icónico es el de el padre de las Kardashians, que era un atlético y
masculino jugador de tenis, se cambió de sexo y se convirtió en mujer, por
supuesto dejó a la vieja y ahora es lesbiano, por cuanto vive con otra mujer a
la que le gustan los hombres que se han cambiado de sexo.
A los
catorce años yo sí sabía qué quería, pero si esta sociedad, permite que la confusión
sea la regla, cualquiera entra en dudas, pero corrijo, yo sabía qué quería
porque no tenía problema alguno con mi identidad, porque mi familia daba
ejemplo a los jóvenes que veníamos viendo a un padre masculino y una madre
femenina, una iglesia católica devota, los hombres con el cabello corto y las damas
no, era fácil esto.
Si a
los catorce la gente sabe que desea, pues dejémosles manejar, portar armas,
decidir si abortan, escoger la religión, carrera, grupo social, sexo, pero no
lo lamento, esto no es cierto, a los catorce esa tontería de respetar los
deseos de un tonto que no sabe que es, me parece absurdo y no seré un padre
adaptado y estoy muy contento de no serlo, pero a ese grupo de comprensivos retardados,
que le permiten a lo que más uno quiere, que hagan lo que les venga en ganas, a
ese grupo no deseo pertenecer y no cuenten conmigo para agregar al culto que
como escritor hago del lenguaje, ese que llaman inclusivo y que tan solo existe
en la incultura de los pusilánimes.
juradopublishing@yahoo.com
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