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Saturday, August 14, 2021

YO TE CONOZCO

 

YO TE CONOZCO

            Conociendo algunos gustos de mi amigo, quien cumplía años y toda vez que Alejandra, su bella e inteligente esposa, nos invitó a sorprenderle, pues pasé a comprar una edición especial de Johnny Walker, por el bodegón, la envolvieron de una manera espectacular y fuimos.



            Su tía estaba allí, buena moza, bien arreglada y me tendió la mano a quemarropa, minutos después, ya no se aguantó: ‘’Yo le conozco a usted’’

            En aquellos años de decencia, la gobernación del Estado Carabobo en Venezuela, había abierto un programa especial de ética para los oficiales de la policía, yo era un maestro de la escuela de postgrado en dos de las universidades del área y me contrataron para hacerlo.

            Cuando llegué puntual, de traje y corbata, ya estaban algunos de ellos, pasé al aula y cerré la puerta con llave. El reclamo no se hizo esperar: ‘’profesor, el comandante no ha llegado, por favor no cierre con llave’’

            -El comandante aquí soy yo, y los alumnos deberán, por ´´ética´´ llegar primero que yo o no pasarán a mi aula de clases.

            Saqué mi pistola Browning gran potencia de 9 mm y la puse sobre el escritorio y acto seguido pregunté: ¿Por qué no robamos un banco y nos repartimos el botín mañana a esta misma hora en esta misma aula? Total, nosotros somos la policía, nadie nos perseguirá, ¿Qué les parece?

            Como es de esperar el silencio era sepulcral y su lenguaje gestual me advertía del rechazo de mis ahora alumnos.

            La ética son las reglas para vivir mejor esta vida, mientras que la religión son las reglas para vivir mejor la vida que viene.

            Fue un gran programa educativo y de entrenamiento que a todos convino y recuerdo a  la coordinadora encantadora, se llamaba Santa Pozo y me temo que era muy severa, exacta y profesional, por ello coincidimos.

            Hice buenas migas con esos alumnos de la ley, los conocí bien, además por aquellos años estaba en la universidad Fernando Savater, autor de ‘’Ética para Amador’’ y ‘’Los siete pecados capitales’’ y este servidor había sido designado para atenderle durante los tres meses que estuvo por aquellas tierras benditas.

            -Su cara me parece conocida, me dijo la tía de Alejandra. ¿vivió usted en Valencia?

            Le pregunté con amabilidad: ¿Cuál es su nombre? Y me contesto: Santa Pozo.

            Fue una noche divertida, la pude ver de cerca, ya no es tan temible como cuando era la coordinadora del programa especial para la policía, ya no presenta esa severidad de antes, ahora esta mas bonita, mas humana, infinitamente más simpática y yo ahora no tengo cabello, me adorna una barriga infame, surcan mi cara las arrugas de las millas de la vida y mientras tomaba mi vino, llegó el cumpleañero, mi amigo Martín a quien sorprendimos, aunque me temo que fue Santa Pozo, la profesora Pozo, quien me sorprendió gratamente a mí.

            La educación basada en la ética posee caminos insondables que a todos aprovecha, gracias Santa por tu memoria, por tu inmensa capacidad organizativa y por ser una educadora sin horarios.

juradopublishin@yahoo.com

 

 

 

2 comments:

  1. Agradecida por tus generosas palabras hacia mi, especialmente por tu percepción de mi actual ausencia de la severidad que seguramente me acompañó en mis años de desempeño profesional. Paradigmas instalados que funcionan sin nuestro permiso consciente, pero en su momento sirvieron a un propósito, no sé cuán bien, pero entonces, esa era una yo. Con el tiempo se aprende a no tomarse la vida tan en serio,y está bien que sea así.

    Fue muy grato compartir con ustedes celebrando el cumpleaños de Martín, mi nuevo sobrino. Siempre disfruto muchísimo escuchar a alguien como tú, inteligente, con una gran agudeza mental y un sentido del humor tan peculiar. Gracias por eso también. Hasta la próxima vez que regrese por estos lados!
    P.S.
    Un cariñoso saludo a tu esposa. Reitero que me encanta su cabello.

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  2. Somos nosotros los agradecidos en esta cadena de favores en que se convierte la vida.

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