CALA Y KMILO

CALA Y KMILO

            Que valentía y solidez la de mi amigo Ismael Cala, con quien tuve el placer de trabajar. Dejar a CNN en Español, con el fin de perseguir su sueño requiere de mucha, pero mucha confianza en sí mismo. Ismael Cala es una persona cariñosa y siempre jovial, al menos eso es lo que en primera persona yo puedo decir, un individuo que creció e hizo de su programa un verdadero estilo. Recuerdo por ejemplo cuando basado en su criterio, lográbamos escribir para él, a su manera, pensando en lo que él pensaría.

Un programa en particular que hicimos con el primer matrimonio Gay de la Argentina, fue para mí un descubrimiento de ese otro mundo que aun desconozco, pero que me puso a reflexionar, porque estos dos hombres, respondían las nada fáciles preguntas que yo mismo había redactado, respondían desde la entrevista que hacia Ismael y en el corte comercial continuaban con la misma valentía, defendiendo con contundencia sus creencias, sus motivos, sus propias vidas y en el master control del estudio, en frio y sin presiones, viendo en los monitores lo que había escrito, ahora llevado a la realidad, repito, tan solo pensaba: ¡caramba, estos tipos son valientes! Hay hombres heterosexuales que no defienden sus matrimonios con tanta vehemencia y si algo hemos aprendido del lenguaje corporal debo agregar que con tanta honestidad.

            Recuerdo también a aquel honorable y encantador personaje ecuatoriano, que saboreó las mieles del poder, se convirtió en el hombre de mayor confianza de la democracia de ese país y llegó a vivir tantas cosas que cualquiera hubiese perdido el buen humor, pero no él, su fina inteligencia no se lo permitía y cuando me reuní en un lujoso restaurant de Miami para hacerle la pre entrevista, saltó el whisky y la tarde se tornó realmente una clase magistral del buen vivir y reímos y hablamos de su hermano el Presidente y llegó a asegurarme que mejor que ser Presidente es ser el hermano del Presidente y yo no le creo pero ambos seguimos riendo y así transcurrieron en la vida de Ismael Cala quince años en la organización y ahora será él mismo, sin horarios, sin reglas, sin presiones excepto las que él se imponga que seguramente serán mucho más severas. Felicidades admirado amigo, te seguiremos escuchando y aprendiendo de tu calidad y por supuesto seguiremos también aplaudiendo desde la segunda fila tus éxitos que son muchos. Por su parte, llega al horario de Cala mi otro gran y fraterno amigo Camilo Egana, con quien también tuve el placer de trabajar en Mega TV por un ano al aire en un programa llamado “Los Implicados” y nos divertimos a mas no poder, porque Camilo tiene ese toque de la locura de la inteligencia, la cultura de los lectores ávidos, la experiencia televisiva para burlarse de sí mismo y de mí y los viernes en mi casa eran esperados con ansias y este cubano escanciaba el ron venezolano y yo el whisky escoces y nos acompañaba Claudia Trejos y siempre dije que esos viernes deberían ser grabados con una cámara oculta porque hubiesen roto todos los parámetros de los ratings de la televisión, los chistes frescos y las chanzas que siempre se presentan en los estudios y nuestras esposas ya no tenían dudas de nuestros equilibrios o la falta de ellos. Camilo querido, disfrutaré también de tu talento excepcional y como lo está pensando Usted querido lector, no se me va un amigo y viene otro, no, no es así, ambos están allí, para seguir creciendo y conociendo ese mundillo que nos ocupa, que nos distrae y a veces nos agobia, pero que al final nos divierte.

            Nunca acostumbro a escribir de la farándula vacua y hasta obscena, pero es que en este caso no escribo de ella, sino de la amistad y admiración hacia mis dos amigos fraternos, exitosos y simpáticos que tanto me han ensenado.