!HASTA QUE LA MUERTE DEL REY, LOS SEPARE!

Que cosas con la mala suerte, porque es una especie de inflamación pituitaria de los enanos del circo que han crecido intempestivamente. A los leones ahora les vemos como roedores, la carpa está rota y Cilia Flores, contenta juega a la tristeza. Ni siquiera en la politeia Aristotélica, en la República y el Estado de Platón, en la Ilíada, Los infortunios de la virtud del Marques de Sade , se había visto que se reflejara a Víctor Hugo con sus miserables y que se diseñara made in Venezuela la “Democracia hereditaria” Venezuela es encantadora, porque hemos avanzado más que Cuba en eso de poner trampas divertidas. Fíjense que nuestros ciudadanos no saben si llegarán vivos a casa esta noche, no saben quién es el Presidente, no saben si el Ché Guevara realmente es un hijo de puta o si Marulanda de las Farc es un escritor. Es encantador este juego al que somos sometidos, porque indefectiblemente aprendemos tantas cosas, que debemos incluir la medicina al jolgorio popular, el derecho y las leyes son nuestra especialidad y citamos con propiedad jurídica, artículos y contenidos interpretativos de la hermenéutica popular (nuevo concepto inventado por mí y ni se les ocurra usarlo sin darme la autoría) y diría el maestro Aristóbulo: porque yo también tengo derecho a inventar, a hablar de “democracia hereditaria” porque Aristóteles era un oligarca y Platón no es más venezolano que yo. Estimados lectores, ¿qué cosas cuando la chusma es insurrecta a la humildad de la sapiencia?. Desde la asunción del heredero Nicolás Maduro, tengo la imagen recurrente de la muerte de Dantón y Robespierre en esa revolución francesa que olía a trapo sucio y esa desagradable relación forzada con el zamuro que espera comerse sus carroñas, Diosdado Cabello, hacen de ellos un ejemplo tercermundista de la revolución de lo burdo, tratando de cumplir con la “fidancia” , (me encanta esa palabra), que se define como: “la garantía o fianza que estaba obligado a dar el vasallo al Señor de la Corona de Aragón, con la cual respondía del cumplimiento de sus obligaciones” Cilia está persuadida que Nicolás se merece el poder, por tantos años de lucha política junto a Freddy Bernal, cuando ella era secretaria de la policía técnica judicial, ¡era un encantador triangulo revolucionario! Y ciertamente, detrás de todo gran hombre ella asume su papel de gran mujer, ha sido su coach, su manager, su testaferro y también testaferra, su amante bandida y ¿saben qué?...!sorpresa!...!ahora primera dama! Cilia: Me codearé con Cristina Fernández y pondré a competir mis carteras y zapatos, joyas y accesorios, botox y cirujanos, porque yo no he luchado tanto para ser menos, ¡no señor! Le darán la orden a la revista “OLA” de Venezuela que dedique algunas editoriales de finura y glamour revolucionario y nos condecoraremos en actos suntuosos y contratarán a Beyon C, porque es prieta y americana y esa será la casa de Winston Vellenilla quien fungirá como “personal training”, ¿qué bello es todo, cuando llega la muerte del Rey y heredamos lo trabajado con el rigor de la lisonja?. Las revoluciones en el mundo duran hasta que la muerte las separa.