UN CANTAUTOR JUDICIAL

UNN CANTAUTOR JUDICIAL Un cantautor, es un adjetivo que corresponde a un compositor de canciones que a la vez tiene el talento para cantarlas. Pues bien, el Magistrado Eladio Aponte Aponte, quien ha huido de la justicia venezolana actual, que el ayudó a construir durante quince largos anos, desde unas bases hechas en suelo arenoso y turbio, dice no creer en ella, sin darse cuenta que él es la justicia, que él es el cancerbero del averno de los comisarios a quienes le dictó sentencia por treinta largos anos, que él es el que ha picado en pedazos vidas honestas por dinero y por posición y que ahora, como siempre actúa la justicia divina, es sujeto de ser medido por la misma vara con la que midió su miope criterio. Después de que su olfato le dijo que ya no era necesario, salió en carrera hacia Costa Rica a tirar un puente de plata y salvar al menos lo que pueda flotar en el naufragio en que se convirtió su vida, sin saber y mucho menos suponer que el Gobierno Norteamericano es tan pragmático y exacto, como la ley de gravedad y ahora mismo se encuentra cantando a viva voz ese auxilio que requiere para evitar dejar este mundo en manos de los sicarios del chavismo y yo estoy de acuerdo con Estados Unidos, en el sentido de que si contribuye con la justicia su pena podrá ser menor y ese mensaje debe estar palpitando en el oído medio de muchos de los jerarcas que desean lo que todos… ¡paz! Cliver Alcalá Cordones, Henry Rangel Silva, porque no, el mismísimo Diosdado Cabello, lo desean, pero nunca se pararon en el detalle de que tanto el narcotráfico, como el chavismo, el Sicariato, la corrupción administrativa y por consiguiente, el lavado de los capitales, consecuencia natural de lo predicho, no permiten jubilarse y por ende no podrán disfrutar de los dineros, sin ser perseguidos desde su sombra y han destinado a sus familias a la vergüenza, cosa que en esta época de truhanes sería lo de menos, si la moral escasea, sino a la falta de concordia y al corto punto de vista de vivir perseguido. Eladio Aponte, está siendo interrogado y sus nexos ineludibles con los narcotraficantes le atormentan y aunque les niegue, las fotos de los matrimonios de sus hijos en fraternos abrazos, con los personeros del crimen organizado, le incriminan. ¿Qué cosas, con los tontos, que se creen mas avispados que los demás? ¿Qué mala costumbre de pensarse por encima de Dios y la justicia divina, que ha todos les llega, (incluyéndome)? A esta edad que me adorna, llena de la observancia propia de la meditación, les veo tan agitados, tan mortificados y a la vez tan enfermos, que estoy seguro que Dante, en su “Divina comedia” pensó en ellos, para el infierno y sus martirios. Elodio Aponte, si, no es un error, escribí Elodio, seguirá cantando la Traviata de su desespero y al no merecer mas confianza será tratado como lo que es, para que entonces interprete tras las rejas los ciento veinte salmos bíblicos en cantos Gregorianos.