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Thursday, July 13, 2023

ME CONSEGUÍ UNA PISTOLA

                                          

                                       ME CONSEGUÍ UNA PISTOLA


Y bajé la escala hacia el sollado número 2, donde se alojaban los oficiales recién graduados y recién llegados a bordo. 

Confieso que el local estaba impecable, todo en su sitio, hasta que algo me hizo llevar mi vista a la litera superior, para conseguir una pistola Browning de 9 milímetros, la tomé y acto seguido fui a hablar con el Segundo Comandante quien me preguntó de quien era y por supuesto yo no lo sabía, pero que estaba seguro de que el dueño aparecería si no fallecía antes de un infarto y ambos reímos. Yo estaba de jefe de la guardia de la Fragata García F-26, un buque recio y profesional, fue mi casa por nueve años y fue un gran tiempo de mi vida y de nuestra tripulación.

Estimando una hora después apareció el dueño: pálido, nervioso, asustado por decir lo menos y me informó que alguien había tomado la pistola de su litera cuando fue "un momentico" a orinar y yo tan solo le di el pésame, también le informé que todos sus esfuerzos profesionales en la Escuela Naval, se habían ido al garete por "el momentico" en que descuidó su arma de reglamento.

Todo esto lo cuento por aquello que escribió Fiodor Dostoyevski: "el hombre se complace en enumerar sus pesares, pero no en enumerar sus alegrías" y al saber este error, pues lo enmiendo de la mejor manera posible, con la amistad y el aprecio. Sí, ciertamente fue un momento de pesar para el Alférez de Navío quien hasta hoy sigue siendo mi amigo muy cercano, pero debo reconocer con maldad, que fue un momento de diversión haber dado aquella inolvidable y satánica lección entre el segundo comandante y yo. Le devolvimos su pistola seis horas después, no lo sancionamos por estar persuadidos que la lección había sido suficiente y pasamos a estar en su memoria por siempre.

Esta persona del que les hablaré es ecuánime, es amable y con un excelente sentido del humor y con una inteligencia superior. Rogelio Enudio Matos, nuestro segundo comandante, oficial ejecutivo de férrea disciplina, pero matizado con cristiana humanidad, fue un remanso en la tormenta que hasta yo provocaba por mí, a veces agrio y hosco carácter. A todos sin excepción nos llevaba al centro, por las buenas o por las malas, pero al equilibrio que es donde está la sabiduría. Allí nació el primer escalón: le conocí, le admiré y le aprecié, en ese orden y todo lo anterior continúa incólume luego de unas tres décadas. 

Como la maldad requiere de cierta inteligencia, pues ya podrán sacar sus cuentas, porque él era un Capitán de Fragata y yo un joven Teniente de Navío, de forma que le veía como un venerable y sabio anciano, pues bien, insisto, la maldad siempre se devuelve y ahora me siento tener la misma edad que Rogelio, al menos hablamos como buenos amigos que somos, nos reímos y nos bufamos de ese pasado grato e insomne a bordo.


        Hoy cumple años mi amigo Rogelio Enudio, gran Capitán de Navío, hombre de mar y comandante, con quien tuve la honra de navegar esas plataformas. Hoy honro su amistad y viendo la estela de la vida, puedo decir que la nuestra, cumple perfectamente con el pensamiento de Ralph Waldo Emerson: "Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta".

Recibe amigo querido y admirado, nuestro fraterno abrazo y mejores deseos en el día de tu cumpleaños.

 

juradopublishing@yahoo.com

Un mundo de sueños, un mundo de letras


1 comment:

  1. Feliz cumpleaños a quien también fue mi Segundo Comandante en la F26 el CN Rogelio Enudio Matos.

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