EMOCIONALMENTE DÉBILES
Todo
es ofensivo, hasta las mas evidentes verdades, las opiniones incontrovertibles
y hasta las actitudes personales.
Algunos
han perdido sus derechos para no ofender a los abusadores, quienes en su labor seguirán
pasando la raya. Por ejemplo, en Francia que ahora está llena de musulmanes, a
la hora de la oración, pueblos completos se paran, porque este grupo ha
decidido orar en plena vía pública y pareciera que sus apetencias y creencias
son más válidas que la libertad de todos los demás.
Hace
un par de meses llegó a mi oficina un caballero que sin siquiera preguntar si
era la oficina correcta, comenzó a informarme que un policía le había metido un
ticket de tránsito. Yo guardaba silencio y aunque no es esa mi función, me
causó curiosidad y le pedí el talonario para ver cual falta había cometido.
Leo y
me entero de que se había estacionado en un puesto para personas deshabilitadas
y cuando le pregunté porque lo había hecho, me dijo que se había bajado un ‘’momentico’’
a orinar.
-¿Entonces las ganas de orinar le autorizan para
violar la ley? le pregunté a quemarropa.
El
caballero en cuestión, hispano como yo, porque toda esta conversación fue en español,
me miró desconcertado, él no podía creer lo que yo le había dicho y me miró por
unos segundos buscando respuesta a mi incontrovertible pregunta.
-Por segunda vez le pregunto si las ganas de umbilicar
le autorizan a violar la ley.
En esta oportunidad si me contestó, pero al mejor estilo comunista, al mejor estilo de Fidel Castro, volteando la respuesta porque es un débil emocional y entonces lanzó la saeta:
-Usted me trata de esta manera porque yo soy negro.
Realmente no pensaba quedarme con la estupidez en el bolsillo y le contesté:
-Sí, por
negro ¿y qué?
Él creyó que entraría en pánico, pero he navegado mucho como para dejarme chantajear por el débil emocional.
-Preste atención a lo que le voy a decir: tiene tres
segundos para salir de mi oficina, ir a pagar el ticket y desaparecer por
siempre o de lo contrario lo sacaremos esposado de aquí y si acaso el hecho de
su oscura piel es un problema para usted, yo tengo un hijo al que llamamos ‘’el
negro’’ y no anda llorando ni intentando aprovecharse de las personas de buena
fe. Salga inmediatamente de mi oficina, le grité.
Es
este un caso interesante, porque otra persona hubiese comenzado a justificar
porque hacía cumplir la ley, además yo no soy policía. El mensaje es que no
permitan que la lógica general, se subordine a los intereses particulares de
los pillos, desviados, pendejos, fanáticos. La ley es la ley y está por encima
de todos, sin excusas, sin colores, sin empaches, sin recesos, así, pendejos
como el prenombrado, lloriquee para que le eliminen un ticket por haber hecho mal,
no y más no, no es negociable y eso aplica para todos por igual.
Si a
usted no le parece, pues, puede devolverse al país del que vino y seguir la
fiesta de la cual huyó.
juradopublishing@yahoo.com
No comments:
Post a Comment