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Saturday, November 16, 2013

EL PRECIO Y EL VALOR

Son dos conceptos diferentes, bien distantes si entendemos que el material gaseoso sobre la tierra posee un precio tan bajo que es gratuito pero a la vez tiene un valor tan inmenso que sin él no podríamos vivir ni siquiera cuatro cortos minutos, me refiero, como Ud. puede imaginarse, al aire que respiramos. Mientras que otros le dan al oro, por ejemplo, un inmenso precio, y realmente su valor podríamos despreciarlo, toda vez que sin el podemos sobrevivir por anos y anos. Las cosas pierden valor en la medida en que las popularizamos. Cuando todos tienen algo, se deprecia y es por ello que no tiene sentido poseer una réplica de la espada del Libertador Simón Bolívar, cuando el difunto Hugo Chávez la regaló a tantas personas sin méritos que hasta al fallecido dictador Muhamar Kadafi se la dió dos veces en ese desorden protocolar tan parecido a él. Por su lado, Nicolás Maduro entregó hace quince días, ciento treinta y cinco espadas a los Generales y Almirantes de papel que adornan su Fuerza Armada. La tradición de entregar la llave de la ciudad, data del año 1237, o sea hace setecientos setenta y seis años y como es de esperar, es reservada para dignatarios icónicos, importantes, visitantes ilustres, miembros comunitarios que descollen de manera abrumadora ante sus congéneres menos valientes y arrojados. Es una bella tradición del medio evo, cuando las ciudades eran amuralladas y por la confianza y honor, a ese dignatario se le permitía entrar a la ciudad teniendo el control de las puertas blindadas. En los últimos nueve meses, se han entregado en la ciudad de Doral, mas llaves de la ciudad, que los últimos nueve años y eso abarata el precio y hace perder valor al más importante símbolo que poseemos en estas tierras. Recomendamos mesura y ponderación, para subir el valor y el honor de poseer una llave de la ciudad. De no ser tomado en serio este comentario, entonces ¡yo también quiero una llave!, creo que me corresponde por ser tan aburrido y escribir y fastidiar a toda la comunidad que antes estaba feliz y orgullosa de los empleados de la ciudad, que al final son nuestros empleados. BLACK JACK Es un interesante y también relancino juego de cartas que todos podemos jugar, hasta los menos vivos como yo, han ganado alguna vez cuando ese toque de viento suertudo a veces nos pega o tal vez si el bondadoso crupier, se apiada de algún incauto y se lo permite. La historia es la siguiente y se relaciona con mi admirado Miguel de Cervantes y Saavedra: “La veintiuna, un juego de origen desconocido, es el precursor del blackjack. La primera referencia escrita sobre este juego está contenida en la obra picaresca de Miguel de Cervantes, Rinconete y Cortadillo. En ella se presenta a dos fulleros que malviven en Sevilla jugando a la veintiuna. El texto describe que el objetivo del juego es sumar veintiún puntos sin pasarse, y que el as vale uno u once puntos. Puesto que este cuento fue escrito entre 1601 y 1602, se deduce que se jugaba en Castilla a la veintiuna desde principios del siglo XVII o incluso antes. Ya en el siglo XX, en los casinos americanos, el juego adquirió su actual formato en el que se incluyen premios especiales (bonus). El blackjack no es un juego exclusivamente de azar. En Estados Unidos el juego ha sido estudiado minuciosamente. El pionero fue, allá en los años 60 Edward O. Thorp, un matemático empleado de IBM que simuló en ordenador millones de manos jugadas, llegando a la conclusión de que cada mano particular tiene una forma única de jugarse correctamente. Al conjunto de estas formas únicas de jugar se le denomina estrategia básica, y su aplicación rigurosa permite recortar la ventaja del casino sobre el jugador. Sin esta estrategia básica, el juego en sí posee una ventaja matemática de sobre 5% pero en su correcto uso esta ventaja se reduce a 0.5%.” En el gobierno local, creo que ya han hecho la partida de Black Jack o tal vez el antiguo “veintiuna” con “a” por cuanto han pedido su renuncia (la cual han aceptado), diecinueve empleados de la ciudad, más los dos ayudantes del Alcalde Luigi Boria, total: VEINTIUNO… ¡vamos ganando! MISS U.S.A. Veía con detenimiento a Donald Trump junto a la venezolana María Gabriela Isler, quien se coronó, Miss Universo en el Crocus City, en Moscú, Rusia. Un interesante evento mundial, que pudiese tal vez compararse con unas olimpiadas, un campeonato de futbol u otro evento de esas relevancias que creo desconocer completamente….Uds. me comprenden, es sumamente importante en términos de captación de capitales para una pequeña ciudad. Las diatribas entre nuestro alcalde y nuestro administrador han llegado al límite de lo impensable, cuando Trump ha decidido retirar de nuestra ciudad el evento Miss U.S.A. y llevarlo a las Vegas, mientras maduramos como ciudadanos y le logramos poner orden a ambos. Esta libérrima decisión de Donald Trump, ya le está costando a la ciudad mucho en términos de valor y también de precio, como comenzamos esta columna y lamento decirlo, pero en la Armada me ensenaron desde el primer día que todo lo que pase o deje de pasar a bordo, es y será culpa del Comandante y no hace falta preguntar quién comanda en esta ciudad, porque todos sabemos que es mi amigo el Alcalde Luigi Boria y eso incluye la conducta, labor y desempeño no solo del administrador, (mí también amigo Joe Carrollo) quien hasta ahora considero ajustado a la ley, sino la renuncia de veintiún de nuestros empleados, cuando se supone que sería muy honroso trabajar y servir a la ciudad, desde su gobierno. GOLF CON LOS ARTISTAS Como es de esperar de un individuo como yo, mis amigos son algo dicotómicos, extravagantes, exagerados y hasta locos. Tenían mas de seis meses invitándome a jugar al golf y como ellos son así, son capaces hasta de viajar cien largas millas para llegar a un exclusivo campo que les destroce el ego. Un campo lleno de dificultades, lagos, cerros, árboles que no puedan sortear, para luego llorar en el bar y pagar al que menos dificultad tuvo una apuesta de poco precio pero de mucho valor… ¡creo que no son unos tipos normales! Me buscó Cesar Raimundo y raudo y veloz en la bala de plata tuvimos la suerte de no ser detenidos por la policía, parecía que íbamos a su matrimonio un poco retardados y allí estaba Marcel, Chepe y ¿saben quién mas?, nada mas y nada menos que “el aprendiz de golf”, quien escribe su columna en este mismo periódico y tengo que desmentirlo, porque no es un aprendiz. Cuatro horas de equilibrio emocional y de amistad sincera fuera de la ciudad, pero con gente de ella, fue un experimento social y deportivo de primera categoría. Agradezco como bocadillo gentil a esta columna un poco ácida a mis amigos artistas y su amable invitación a crecer culturalmente con sus disímiles personalidades y su foco común. ¡Son Ustedes dignos miembros de esta querida comunidad!

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