En mi búsqueda diaria de información, muy en la madrugada, me consigo con que el Nuevo Herald abre su portada con la detención del empresario venezolano Juan Carlos Tovar y yo quiero aclarar que él vive a tiempo parcial en Doral Isles, una exclusiva urbanización y digo a tiempo parcial porque pasa más tiempo en Venezuela que aquí, pero es supuestamente empresario en un país donde no hay empresas. A esto debemos agregar que está haciendo en Caracas un hotel Sofitel por un monto a invertir de $ 30.000.000, en un país donde no hay cemento, tener cabillas es un delito y si tienes dólares vas preso.
Aquí ha invertido una importante cantidad de dinero y compró unos terrenos para hacer un proyecto de casas de lujo y el administrador de la ciudad una vez cerrado el negocio dijo públicamente frente al Concejo de la ciudad en pleno, palabras más palabras menos lo siguiente: “le voy a estar vigilando, porque aquí en Estados Unidos, las cosas se hacen a nuestra manera”
Este caballero Tovar, tan venezolano como yo o tal vez como mi amiga la esposa del administrador, criado en la viveza y la trampa, llevó al administrador hasta un sitio donde alguien le dijo que no habían cámaras y luego le denunció por acoso y discriminación porque supuestamente este le había dicho VENEZOLANO DE MIERDA y como aquí se hacen las cosas a nuestra manera, le tengo malas noticias a Tovar: la policía lo investigó y si habían cámaras que filmaron todo y hoy amanece tras las rejas, cuando en paralelo su esposa está dando a luz en un hospital miamense a un carajito tan americano como George Washington.
Yo si creo que es un venezolano de mierda, como todos los que acompañan esta pendejada revolucionaria inventada por Chávez al que considero el abanderado de los saqueadores.
Estos lambareros han saqueado al país, e importan sus protervas fenotipias de chusmería, con la esperanza de igualarse y lavarse de la hediondez del hurto, pero en este bendito país de leyes que nos ha abierto sus brazos a los perseguidos políticos, estamos vigilantes de esas extrañas fortunas foráneas que llegan de una Sur América pobre y depauperada.
Tovar.
En los Estados Unidos hay solamente dos cosas que no debes hacer: la primera es que no se puede mentir y mucho menos contra un oficial de la ciudad y la segunda, donde está inmersa la primera, no se puede hacer nada ilegal, de manera que mi mejor recomendación es la demostración del origen de su interesante y desconocida fortuna, antes de que la DEA la pase a un fondo especial de los dineros lavados irregularmente.
Si Ud. es inocente le doy la bienvenida más cordial a la ciudad de Doral, porque como lo dijera Rockefeller: “detrás de toda importante fortuna siempre hay un muerto” si su muerto se descubre no creo que pueda acompañar a su neonato hijo, hasta purgar sus faltas cuando él ya sea un adulto, pero creo que comenzó mal con esa infeliz frase “VENEZOLANO DE MIERDA” usada por Usted.
Excelente!!!! gracias por ilustrarnos con información recién salida del Horno, a quienes nos encontramos en el viejo continente. Más explicito no se puede ser para describir a la pandillas de delincuentes y oportunistas venezolanos que con su chulería barata quieren vestirse de seda sin darse cuenta que siguen siendo monos.
ReplyDeleteMejor... Imposible,; estas dando una descripción clara de la conductas "Normales" delos BOLIBURGUESES
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ReplyDeleteDios gracias! se hace justicia a un individuo que ha pasado sus propias fronteras para seguir sus actos de corruption aqui en USA.
ReplyDeleteBasta ya de tanta m.....!