YO QUIERO TENER UN MILLON DE AMIGOS O AMIGAS

Es difícil no burlarse, es difícil no reírse, máxime cuando en mi vida actual existan pocas cosas por las que realmente me disgusto. He tomado como medida de templanza de mi carácter, no coleccionar razones, quien la desee, -las razones- se las cedo de inmediato, antes de ser atrapado infraganti con una antipática posición que no me pertenece y debo defender. Es allí donde está el detalle, me sigo riendo porque el problema de los comunistas, ahora venidos a menos en chavistas y venidos a bajos en maduristas con sus variables nada halagüeñas, como Diosdadistas, Jorge rodriguistas y demás acepciones impenetrables al castellano actual, mantienen y defienden posiciones que ni ellos y mucho menos sus poco afinados criterios se creen. El magnicidio que sacó al aire el Ministro Rodríguez Torres, donde acusaba a amigos respetables, (porque sepan bien, que tengo algunos amigos poco respetables), de reunirse en Bogotá con el Presidente Álvaro Uribe y ellos tienen más de doce años que no salen de las resguardadas fronteras norteamericanas, pero el circo debe continuar, sin darse cuenta que no lo regenta el gerente como se supone debería ser, sino el payaso mas alto y grande y por ende el circo está en quiebra. Deberían asesorarse mejor para ese reality show, pero es que al defender lo indefendible, no escuchan, no atienden, no piensan y nosotros nos divertimos. Ya sin asombro he visto el video donde la cultura se acabó en alguna parte del corto camino de Nicolás Maduro y en ese ejercicio lingüístico, inclusivo, sexista y racista fuera de todo lugar en la sintaxis, paráfrasis y demás extraños adjetivos y verbos, el Nicolás dijo tener al mejor estilo del famoso brasilero Roberto Carlos, un millón de amigos, pero como él no puede ser menos también una millona de amigas y mi corrector de ortografía, me acaba de hacer una grosería que insulta mi inteligencia y la de la máquina donde escribo. El que Maduro diga esto, no nos asombra, realmente es cuasi normal que tenga millones y millonas, lo que asombra es el poco humor de sus seguidores quienes han entrado seguramente en duda sobre el sexo a utilizar en la palabra millón. Me encantaría tomar una fotografía de Nicolás, tener la pared, el clavo y el martillo correcto… ¡y colgarlo!, si, creo que sería divertido colgarlo y llamar a los canales de televisión para que hagan la cobertura periodística del magno evento frente a millones –(y por supuesto no podemos dejar a las damas por fuera, porque también ven televisión)- y millonas de bellas féminas que también quisieran colgarlo junto a la primera dama Cilia Flores. Me encantaría ser el que lo colgara, pero creo que la cola será larga y al vivir en Miami, no llegaré a tiempo. ` Por los momentos la sociedad venezolana, parece normal. Todavía recordamos en 14 de Abril, el robo vil y chusco y ahora desean los de la POSICIÓN (como dice mi admirado amigo Diego Arria) ir a otras elecciones con el mismo arbitro y pretender que millones y millonas de nosotros les acompañemos para colgarlo.