EL GRAN ENEMIGO

Al volver a los orígenes, nos damos cuenta de lo divertida que ha sido nuestra vida, solamente si estamos listos para entender que todo ha sido un milagro, fuera de nuestro control. Nos obligan a ser exitosos sin saber que es el éxito. Nos impulsan a ser los primeros sin entender que ya lo somos y nos divertimos gastando el dinero que nunca nos ha pertenecido, porque viene de la materia que no es nuestra, de manera que ante lo predicho debemos preguntarnos: ¿y qué sentido tiene nuestra vida, cual es el objetivo de este tiempo que me fue dado a vivir? La vida tiene un solo pero inmenso objetivo, el cual es, ser felices, en disfrutar de ella, pero como siempre ocurre no tenemos el manual y tal vez el resto de la humanidad aplauden nuestro progreso económico, aplauden las inmensas relaciones sociales, los talentos en el vestir y esa clase que en lo social nos puede distinguir, pero la verdad es que el propósito de la vida, nunca lo podremos conseguir a menos que entendamos que se encuentra en el servir. Queremos permanentemente un ascenso, deseamos buscar otro sitio más gratificante y que cumpla con nuestras expectativas y repregunto: ¿y cuáles son mis expectativas? No existen expectativas, no existe el éxito, a menos que Ud. entienda que eso pertenece a la opinión de los demás y es que ellos, los demás no participaron en el, ellos, los demás están esperando ser como Ud. para acoplar al gran enemigo a lo que su proceso educativo les indica que es el éxito y por ello, el gran enemigo está fuera de nosotros y fabricamos a una persona muy lejana de lo que realmente somos para complacer y aumentar ese ejército que aplauden, pero que no comparten la fiesta. Una inmensa luz que alumbra nuestro camino, indica la ausencia de oscuridad. Una vida de un ser cualquiera viene precisamente del “no ser” y recuerdo a mi maestro que siempre nos obligaba a entender que por mas que empujemos al río, nunca aumentaremos la velocidad del caudal del agua, porque el fluye solo. El gran enemigo, ese que debemos pisotear, ridiculizar y sacar de nuestro entorno es el “EGO” y por él, lo más sensato, es no preocuparse. Que la humanidad piense que somos exitosos o fracasados, no cambiará la verdadera vida, por ello no la empujes, fluye como el río, ábrete al conocimiento y entendamos que es desde el espíritu donde está la verdadera vida que será profunda en satisfacción si miras hacia dentro o como suele ocurrir, vacía cuando ves hacia afuera. Todo lo que necesitas está en tu ADN (ácido desoxirribonucleico), pero debes permitir que esos genes tengan el caldo de cultivo correcto para que puedan dispararse como una saeta hacia el infinito, porque de allí venimos y pronto allí iremos, solo nos tomamos un receso para crecer e impulsar con la sapiencia de los grandes sabios el futuro de este viaje físico que será divertido o amargo dependiendo del gusto por las cosas que bien saben…no te preocupes, ¡aplasta al gran enemigo!