Search This Blog

Sunday, December 30, 2012

MALOS PRESENTIMIENTOS

La segunda ley, es encantadora, la conseguimos en el pentateuco bíblico con el nombre Deuteronomio y es allí a donde todos acudimos en momentos aciagos, pero nunca en las buenas intentamos su estudio por estar distraídos en el mundo que nos envuelve ricamente lleno de cosas que nos hacen vivir esta vida pasajera de manera acelerada y con un estilo mundano y a mi me parece humano y lógico, porque así somos a menos que nos reconciliemos en la intimidad y encontremos la paz y la felicidad en ese sitio correcto y a la vez portátil que todos tenemos en nuestro interior, porque lo llevamos con nosotros a donde vayamos y por ello a esta avanzada edad que me adorna, personas acompañantes de este viaje de la vida a veces se asombran de algunas de mis actitudes personales al detenerme a ver la luna llena ayer en vez de apurar el trago y ganar la competencia donde no hay ganadores. Se asombran al comentar el rico olor de la flor en el jardín de mi amiga que ella nunca ha olido o tal vez bendecir el cielo azul y el aire que respiro. La biblia posee 1989 capítulos, 31.175 versos, tres mil millones de letras, 3.566.480 palabras y en ella el nombre de Dios aparece un total de 6855 veces y a mi juicio es un manual para entender esta y también la vida que viene, pero los invito a ir al punto, porque hay en el ambiente malos presentimientos y en la Venezuela de Chávez (porque debemos estar claros que esta es de él) ellos saben que la muerte ronda no solo el soma de Hugo, sino también el espíritu delincuencial en el que se diseñó todo esto y por ello lo que es malo para ellos debe ser bueno para nosotros y yo acepto la inhumana división que ha hecho esta suerte de doctrina religiosa castrada. Mi amigo italiano, me preguntó, (intentando provocarme), lo siguiente: ¿Bernardo, si yo te dijera que soy chavista, que harías tu? (Y me di cuenta que he aprendido un mundo al contestar con toda calma): “lo que haría depende del escenario” ¿Cómo es eso? Si estamos en mi casa me levantaría con una sonrisa, abriría mi puerta y te invitaría a que te retiraras, pero si estuviésemos en un restaurant, me levantaría y me retiraría, para que fueses tú quien pagara la cuenta. El problema que tenemos en la oposición, es que hay un nada despreciable ejército de cabrones, que están dispuestos a seguir siendo amables con los resentidos que les han robado el futuro a nuestros hijos. Creo que llegó el momento de poner orden desde adentro, sin revanchas pero sin alcahueterías. Hay un mal presentimiento, porque se saben disminuidos sin Chávez y resulta que por vez primera espero que el ciclo de la muerte de un solo hombre, sirva para que otros muchos puedan sobrevivir a la hecatombe, al holocausto que ahora mismo vive la ciudadanía venezolana, en un ano que termina rojo rojito de la sangre de miles de inocentes.

No comments:

Post a Comment