UN AVIÓN NO TRIPULADO
La tecnología ha servido en innumerables ocasiones
para salvar vidas en situaciones coyunturales de mucho riesgo de combate, pero también
en períodos de paz, como ha sido el caso de la investigación de los restos del
Titanic, por submarinos no tripulados, que violan gustosamente las gravedades
que implica bajar a miles de metros que harían que implotara cualquier
artefacto hace menos de cincuenta años, de manera que debemos confiar en el
axioma, de que una sola vida, bien vale la pena millones de dólares.
Viendo el caso
prenombrado, no puedo menos que asquearme con la declaración del Gobernador del
Estado Aragua en Venezuela, que infiere luego de la muerte de once neonatos en
el hospital central de esa entidad en tan solo veinticuatro horas, que es un
número de muertos aceptable, cuando se atienden nueve mil partos por año y es
mas unos treinta y cinco por mes, está
dentro de sus parámetros de tolerancia y todo esto puede suceder y hasta le
parece natural, mientras no sea uno de sus hijos y esta última sentencia la
agrego yo.
Los japoneses no se
explicaban, desde su absurda cultura del suicidio y de un honor mal entendido
para occidente, como se pudo arriesgar a un submarino norteamericano y a toda
su tripulación durante ocho horas, para salvar tan solo a un desechable piloto
de combate caído en aguas del Pacífico, que a la sazón se llamaba George Bush y
que luego sin poder sospecharlo en aquellos años cuarenta, llegó a ser el
Presidente de los Estados Unidos de América.
El que no se explica soy
yo, que un hijo de meretriz, como el golpista Gobernador de Aragua Rafael Isea,
pueda justificar hasta el infinito, la ineficiencia que pueda estar matando por
negligencia tal vez a un futuro Presidente venezolano por decir lo menos y que
un pelotón de inocentes niños pueda morir a manos de la lenidad de toda una
estructura importada de Cuba, que si bien es cierto no posee cifras como las
nuestras, no es porque no sean peores, sino que no se puede filtrar a los
medios y por ende lo que no se publica, no existe o carece de importancia, de
allí la maligna propaganda de la medicina cubana y de sus éxitos supremos en un
país sin internet y unos médicos sin contacto internacional hacia las nuevas
tecnologías que los ayuden a salvar vidas.
Venezuela está al revés y
los chavistas son los autores de la tropelía, pero ellos son tan venezolanos
como yo y esto es preocupante, porque aunque mi estómago se revuelva, pudimos
seguramente sin querer, incubar juntos este germen malévolo y pestilente, al
que se le permitió pasar y que viene de la Cuba Fidelista y hambreada por mas
de cincuenta largos años de muerte y mentira, pero creo que llegó el momento de
la inoculación democrática del antídoto y parar la mortandad de toda una
generación.
Mi País Venezuela, es ese
avión no tripulado que no le importa al conductor que se caiga, porque al fin y
al cabo somos desechables ante los intereses supremos de un proyecto manejado
por control remoto desde la Habana.
Usted Don Bernardo ha oído de primera mano como falseaban en Cuba las cifras de los neonatos muertos, pero lo que es indignante es que esta cuadrilla de facinerosos, de ambas nacionalidades, vean como aceptable la muerte de inocentes bebes, todo para mayor gloria de sus moribundos líderes y para provecho propio, lástima que, como decía mi abuela, no abortaran sus madres... la del gorila y la del dinosaurio, ni que decir tiene... un abrazo...
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