EL MEDIOCRE POPULAR
Y
hasta parecen triunfadores, también parece que la gente los quisiera, los
buscara por su magnética personalidad. Con frecuencia el popular se hace y se
deja querer y lo peor es que se lo cree, lo proclama, lo divulga, como si eso
le diera algún abolengo.
Las
multitudes les adoran y ahora hablemos en serio, porque no hay nada más estúpido
que una multitud, hagan la prueba a ver como les va, o mejor no, borremos esa línea
porque me pueden acusar de invitar al desastre como si fuera yo el popular,
pero cuantas veces no ha pasado que en algún recinto atestado, un tonto de la
multitud grita a toda garganta la palabra ‘’fuegoooo’’ y la estúpida multitud
corre despavorida como si se tratara de ganado vacuno, se pisan, otros fallecen
por asfixia, atropellados por la ignorancia, sí, esa persona querida por todos
no lo es por nadie, porque no le quieren a él sino a su ego que es un reflejo
de los que los demás piensan, de forma que es falso y tan mediocre como la masa
que le da el sueño quebradizo y efímero.
Pongamos
por favor las cosas en la dimensión correcta con una pregunta evidente pero
mordaz: ¿sabe usted quien es un político? Y paso a contestarlo con todo gusto:
un político es su empleado y por ello susceptible de ser despedido si no hace
bien su trabajo, además un político, por supuesto uno bueno, preparado y
formado para el trabajo, no puede ser un capanga de esclavos medievales, sino
la persona a la que le hemos dado momentáneamente el poder de regentar algunas
cosas, mientras tiene prohibición de otras, las libertades. Un político actúa siempre
como usted, con total y absoluto egoísmo y yo le entiendo, de manera que nunca
les defendería, solamente le daría la posibilidad de que trabajara para mí, si
y solo si, califica o, nos buscamos a otro empleado.
En la
Latinoamérica de la escritora Delia Fiallo y con ese honorable nombre hago la
chanza de la dramaturgia donde los ciudadanos son capaces de pelearse por un político,
materia que debería ser susceptible de ser estudiada en la escuela de psiquiatría
como una grave endemia mental, pues, pierden la lógica, la esencia de defender
al mediocre popular que le quitará libertades porque usted le está entregando
sin garantía alguna, todo el poder, sí, en esa Latinoamérica les gusta el
vengador anónimo pero para los otros, asumiendo desde lo ilógico de la multitud,
que al haber votado por este, será premiado con ventajas que no pasarán de ser
juguetes plásticos de una piñata parva.
El
mediocre popular debe ser eliminado de nuestros gustos y cambiarlo por el lógico,
inteligente y preparado personaje que sepa producir riqueza. María Corina
Machado se ha preparado para ello, creo que es la mejor, pero toda esta bella
historia comienza desde el momento en que salga del poder el mediocre popular
de Nicolás Maduro Moros, la rémora ingrata que chupa la sangre de la estúpida multitud
que heredó de Hugo Chávez, el vengador anónimo.
juradopublishing@yahoo.com
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