DOCTORA: ¿ESTOY
ENFERMA?
Ciertamente
Doctora, tengo un fuerte dolor abdominal.
¿Desde
cuándo lo tiene?
Ya
hace cuatro días.
Muy
bien, los exámenes de sangre no arrojan ningún problema, he ordenado hacerle un
examen de heces para descartar alguna bacteria que esté maltratando el sistema
digestivo, pero por ahora acuéstese boca arriba.
¿Le
duele aquí?, No
Levante
la pierna derecha, ¿y aquí?, tampoco.
Le
voy a tocar con más presión y probablemente esto duela… ¿y ahora? Tampoco Doctora.
Muy bien en
tres días pase por el consultorio que le tendré los resultados de las heces.
No llegaron
a los tres días, al día siguiente ella recibió una llamada telefónica del
consultorio médico de la Doctora, conminándola a ir a verse y como es de
esperar, pensó en lo peor, el ser humano siempre tiene con cierta razón ese
pensamiento selectivo hacia lo malo, pero es que no podía ser de otra manera,
el dolor abdominal seguía y a veces hasta con más fuerza, no esperaron los tres
días, llamaron en menos de la mitad del tiempo, lo que hace pensar que algo
anda sumamente mal, seguramente deberá la amable Doctora tomar alguna acción inmediata
antes de mi muerte, pensaba la paciente y mortificada venezolana.
En este país
la eficiencia no anda suelta por la calle, esto debe ser algo grave, cavilaba
la mortificada mientras se banaba y hasta preparaba una pequeña maleta que dejaría
a la mano para que su hija la llevara al hospital si la internaban.
Llegó al
consultorio y la secretaria de malas pulgas le dijo que tomara asiento. La
espera fue infernal, mientras su cerebro trabajaba repartiendo en su mente las
pocas pertenencias que tenía, además de su apartamento en el Valle, las fotos,
eso sí era un verdadero tesoro, las de mamá cuando se casó en Guárico con mi
Padre. Las de mis hijos cuando crecieron allá en Puerto Cabello, en Rancho
Grande, en aquellos felices años setenta, ¡todo era bonito en Puerto Cabello!
Pasadas un par de horas terribles,
la Doctora pudo atenderla y hasta la sonrisa le pareció falsa, porque estará
sonriendo?, se preguntó, ¡no se dan malas noticias con una sonrisa!
Ciertamente
Hermenegilda, Usted tiene un dolor abdominal producto seguramente de una muy
mala digestión, no se encontró ninguna bacteria, bacilo o algún otro
microorganismo que le dañe la flora intestinal, de manera que estas son buenas
noticias. En vista de la escases de medicinas sería muy cruel de parte mía, le
dijo la Doctora, ordenarle medicamentos que no serán mejores que una dieta, de
manera que mucha sopita de pollo, sin grasa.
Hermenegilda,
discúlpeme la confianza, pero después de los análisis de heces quisiera
preguntarle y por favor de nuevo le pido disculpas; ¿Dónde consiguió caraotas
negras?
paradoja reveladora de la triste realidad que vivmos los que todavia estamos aquì, porque no tenemos otra opciòn o como materializarla...el irnos...
ReplyDeletesaludos Jr y happy weekend..
Buenísimo muy realista.
ReplyDeleteInesperado...jajajaja
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