DEBEN SALIR DEL CLOSET

DEBEN SALIR DEL CLOSET

         No podrán estar toda su vida allí, es pequeño, por ende incómodo, hay zapatos, ropa guindada, gavetas, no tiene aire acondicionado, en fin.

         A las personas que les gusta su mismo sexo y al tener la valentía de al menos decirlo, se les llama “salir del closet”, pero yo creo que eso es injusto, no con los homosexuales, sino con los heterosexuales.

         Existe una diferencia abismal, entre lo que yo llamo, en referencia a algunos amigos, un homosexual y una loca perdida. Boris Izaguirre, escritor y comunicador ha llegado a decir en el programa de mi amigo Jaime Bayly que aquellos individuos con las prenombradas características que intentan con horas de gimnasio y pesas, parecer muy masculinos pues no lo son y por ende acuna un adjetivo jamás escuchado por mí: “los musculocas”

         ¿Saben qué? A mí me importa un comino con quien duermen mis amigos/as, mis compañeros/as de trabajo, mis vecinos y conocidos., me importa un comino o la mitad de uno, si son homosexuales, transgéneros, si viven en el closet o en un apartamento, de la única persona de la cual me encargo de que duerma acompañada correctamente es de mi esposa. Ruego fervientemente que no se toque el tema, porque simplemente no me interesa y si intentaran venderme su inspiración, seguramente perdería al amigo.

         Vamos a lo que es: debe ser difícil vivir en el closet, de eso no hay dudas y con esta analogía nos referimos a vivir sin entender quién eres y cuál es tu tendencia sexual, pero si llegaras a saberla, no decirla es aún más severo. Yo tengo un amigo que complació a la sociedad entera, trabajó como alto ejecutivo bancario, se casó con una dama y llegó a tener tres hijos con ella y si de algo sirve la madurez, un buen día mandó todo al carajo y abrió la puerta del closet.

         A lo que vamos: no me pueden decir que hay medicinas, simplemente porque eres la Ministra de salud, no puedes decirme que hace mercado en Caracas, simplemente porque eres diputado del PSUV Héctor Rodríguez, no, no puedes vivir en el closet, nadie puede vivir allí, debes salir, al igual que Pedro Carreño, Jorge Rodríguez, por favor el mismo Maduro, que por su tamaño debe ser un gran closet.

         Entre mis afectos se encuentra una dama a la que amo y que sostiene sus infames y comprobadamente ineficaces teorías socialistas sobre los palillos mondadientes del edificio que construyó Chávez y ¿saben qué? Como me lo expliques ya nadie desea entenderlos, están en el closet, a sus familias les da pena decir que aún siguen esta absurda revolución de brutos e incapaces, lisonjeros y arrastrados, pobres de espíritu y de naturaleza caída, de pensamiento larvario y egoísta, nadie les cree, porque el hambre no sabe de doctrinas, pero yo les entiendo porque ¿cómo hacer para explicar que tienen dos décadas equivocados?

         Al menos deberían aprender de los gays y tener la valentía de salir del closet, dejarnos saber que Ustedes también tienen hambre y que no les gustan las penurias y todos les quisiéramos, les entendiéramos, los aceptáramos como hago yo, porque son humanos y ciertamente no tienen que estar de acuerdo conmigo y que viva la diversidad, pero respetando la dignidad de todos.