NO MUERAS DE VIEJO TAN JOVEN
Yo conozco a algunos que ya
comenzaron a morir. Dejaron de sonreír, de aprender, viajar, en fin, de vivir.
La
lectura es cosa de antaño y la escritura nunca fue un plan, de forma que la
vida se ha vuelto su casa, cuando apenas sale a hacer algún mandado, ya no hay
voluntad de crecer y la caminata que recomendó el cardiólogo es como mucho, es
un fastidio eso de caminar, cuando puede sumergirse en los torrentes de
dopamina que le proporciona su celular, su Instagram, el Facebook y por supuesto,
su gran conexión con el mundo que es el WhatsApp.
Si,
nota con preocupación que se le comienzan a olvidar algunas cosas que antes las
tenía siempre a flor de labios. Direcciones, citas memorables, algunos refranes
que escuchó a su abuela o su madre. Ahora vive, pero conscientemente y la mente
consciente no tiene memoria es el subconsciente quien se activa con las
emociones, pero ya no tiene emociones, está jubilado, ahora vive de cuando era
y allí no es, considera que ya no existe posibilidad alguna para reinventarse.
Entró en esa sinusoide del síndrome de la incapacidad gerencial.
Este
escrito viola mi manera de escribir y de ver la vida, porque no es halagador ni
esperanzador y te pregunto a ti: ¿a cuantas personas conoces que han comenzado
a morir estando tan jóvenes? yo conozco a algunos, mejor dicho, a muchos,
porque ya más de dos son muchos.
Me
llamó la esposa de mi amigo para que hablara con él. Esta tirado en una cama
desde hace una semana, deprimido, triste y yo le dije que nada tenía que hacer,
que buscara ayuda profesional a lo que me contestó que no tenía dinero para
ello, que ella no trabaja y él está jubilado y aun no cumple los sesenta. En
ese momento me di cuenta que ella también es coparticipe de la situación
aberrante de morir tan jóvenes.
Dejar
de crecer, de aprender y por supuesto leer, constituye el racamento que te
amarra a la indefectible muerte.
Mi
padre decía con frecuencia, que la vejez es inevitable pero el crecimiento es
una opción que solo tú tienes en tus manos y con el crecimiento, desaparece la depresión
y tu cerebro y tu mente, se mantienen jóvenes.
No te
permitas morir de viejo siendo tan joven, muévete, sonríe, aprende, déjate ver
socialmente, sal solo o mejor acompañado de esa persona correcta porque salir
con el ancla, con esos brioles que te amarran a la tristeza, no tiene sentido.
Busca
un proyecto y si es uno de corte intelectual es mejor, aprende, aprende y no
dejes de hacerlo, porque no tiene sentido llevarte a la tumba la música que
mana de tu joven corazón y de tus sentimientos, de forma que también enamórate
y ante la depresión que siempre intenta aproximarse en las personas maduras,
ante ella, lo mejor es tomar una acción.
No mueras de viejo tan joven que harás
falta mi querido amigo.
www.juradogrupoeditorial.com
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