LOS REGALOS DE ARPÓN NEGRO
Siempre
en el muy aséptico secretismo, un buen día me llama y me dice la hora y el
sitio. Un restaurant por allá en Aventura, ciudad a mi noreste de donde vivo y
a unas veinte millas de distancia, cosa que no me importaba solo por
entrevistarme con Arpón Negro y seguir aprendiendo porque siempre trae un ángulo
divertido, procaz, a veces tan severo
como el conocimiento de la naturaleza humana, pero con mucho humor inteligente.
Abrazo
de admiración y respeto, las dos columnas donde debe estar basada cualquier
amistad y nos sentamos, nos sirvieron del vino y dijo: -Antes de que se nos
olvide -y desenfundó de la bolsa de regalos tres libros: La columna de hierro de
Taylor Caldwell, Las raíces torcidas de América Latina de mi fraterno amigo
recientemente fallecido Carlos Alberto Montaner del cual Arpón Negro desconocía
nuestra ya vieja amistad también basada en la admiración y mi respeto y otra
obra de Frank Kafka de cuyo nombre no quiero acordarme ni quiero influirle a
usted, porque decidí no leerla luego de una veintena de páginas a las que no le
conseguía acomodo intelectual alguno y que trataba de su relación con su padre,
debe usted dudar de mí, no de Kafka, pero con mi edad si no me parece, no me
parece y como lo decía Borges: "si la película no me gusta me voy, si el libro
es malo lo cierro, si la fiesta esta aburrida"...ya saben.
Luego
del largo y conversado almuerzo intelectual, llegué a casa como un niño a
manosear las obras, la primera que tomé fue la de Caldwell, pero allí mismo la solté
y abrí la de Carlos Alberto, de quien pensaba que había leído lo suficiente pero
mi amigo fue realmente prolífico y uno de los escritores más leídos en toda
Europa e Hispanoamérica, era un gusto su conversación, pero a lo que vamos, que
lo que viene ahora debemos ocultarlo o promocionarlo, pero jamás deberá pasar
desapercibido.
Mario
Vargas Llosa dice de este libro: "A su pasión por la literatura, Carlos
Alberto Montaner suma un espíritu lúcido, una vasta información histórica y un
estilo claro y ágil. Un libro indispensable para entender por qué América
Latina ha sido, hasta ahora, una promesa incumplida".
En la
primera página, hay pensamientos de ilustres protagonistas como Francisco de
Miranda, Juan Luis Vives y me detuve en Simón Bolívar: "La única cosa que se
puede hacer en América es emigrar" 1830, año de su muerte.
¿Lo
escondemos o lo publicamos? Para mi, no deja de ser desolador, pero a la vez tan
real como la vida misma.
www.juradogrupoeditorial.com
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