EL SARNOSO
AL RASCARSE
Les
traigo otro ángulo, les muestro que las felicidades son muchas pero que deben
obedecer a la regla, que es una suerte de ley de gravedad, es obligatoria o por
defecto les pasará lo que aquella frase Aristotélica que reza: “La felicidad
que siente el sarnoso al rascarse”, es un ratico, es corta y por ende no es
felicidad.
Me
explico mejor: Cuando nos fumamos un cigarrillo somos felices, porque el
cigarro es un ansiolítico, de corto espectro pero ansiolítico al fin, nos baja
la ansiedad, los nervios, las tensiones, pero solo por pocos minutos.
Cuando
aquí en Miami las personas van compulsivamente a comprar y no saben que
comprar, son felices, drenan sus frustraciones teniendo, poseyendo, es algo patológicamente
terrible, porque al llegar a casa con las cosas que compraron que no sabían que
comprarían, pues ya, se acabó el hechizo, se diluyó la momentánea felicidad.
Es
como una fantasía sexual, cuando se les da el momento de cumplirla y duermen
con las dos curvilíneas rubias de sus sueños, ya, se acabó, dejó de ser una fantasía
y ahora pasa a engrosar las filas de las realidades.
Personas
me han llamado para decirme de su tristeza, depresión, angustia porque ellos tenían
la ilusión que los bandidos del Gobierno aceptaran el referendo revocatorio y
resulta que esa mezcla no pega, ilusión con política, por lo menos en términos
personales como votante, como participante de la vida del país.
Ahora
les traigo el otro ángulo prometido para que podamos discriminar con la cabeza fría,
entendamos a que nos enfrentamos y comparemos nuestras opciones (este último lo
harán ustedes solos)
Yo
no voy a abundar en los billones que se han robado, en el desfalco de PDVSA, en
el casi medio millón de muertos por violencia, en la escases de la comida y de
cualquier cosa, no, no lo voy a hacer, porque Ustedes y también el mundo lo
saben, donde si voy es a entender que ellos, no tienen otra opción que seguir
apretando, porque al enemigo se le debe dar una alternativa para que pueda
negociar y las personas siguen con la “ilusión” de que tratan con demócratas.
De
manera que las opciones serán sencillas: o negocian, permiten el revocatorio,
el desarrollo democrático de los eventos o será usada la fuerza. De darse el
primer evento, se les debe dar opciones: los que contribuyan con el desarrollo
de los procesos legales les será negociada su deuda por ayudar y los que no, se
enfrentaran a la ley de la manera más cruda. Como siempre digo, no tienen por
qué creerme, pero traten de entenderlos: ellos, los chavistas, tienen familia y
sufren de los mismos males y ya sé que está pensando en Diosdado quien no puede
tomarse un café al aire libre, ¿eso les parece que es vida, que se parece a la
felicidad? No mi amigo, si Usted es infeliz, tenga la plena seguridad que ellos
lo son más, ni siquiera puede salir del barrio a disfrutar del botín robado.
En
materia de la opción de la fuerza, allí están los militares, a quienes les
llegó la hora de decidir y de ejercer el monopolio que por ley, tienen de la
violencia o engrosarán las filas de los delincuentes.
Se llama alivio
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