La
revolución bolivariana es tan eficiente que todos sin excepción hemos sido víctimas
de sus falencias. Muchos, en total setenta y tres, están presos, otros hemos
salido al exilio, por millones y los más perjudicados se han quedado en
Venezuela, pero no, soy injusto, porque el exilio es un deporte extremo, acaba
con matrimonios sólidos, crea otros más maduros desde el desarraigo, la
autoestima la pulveriza para crear otra nueva manera de ver al mundo, lo que
estudiaste en tu país, tu prestigio, tu reputación, buena o mala, es modificada
para siempre, tienes que recurrir a trabajos de baja calificación para poder
vivir, pero en fin, todo sin excepción cambiará, hasta la lista de tus amigos.
Estar
preso por razones políticas en Venezuela es una muerte en cámara lenta, salir al
exilio sin la actitud correcta y sin abrir la mente hacia la nueva cultura es
una suerte de sufrimiento permanente y sistemático y por ello, la recomendación
de este ya viejo exilado es poner en claro las emociones y vivir, respirar y
entender el privilegio de estar en libertad.
Mi
madre política me repite con frecuencia que no es más feliz quien tiene más,
sino el que disfruta lo que ya tiene y creo pertinente analizar esto: con
frecuencia me consigo a compatriotas quejones que no se encuentran ni lo harán
en Miami y yo les conmino a devolverse, a disfrutar de la violencia nacional a
hacer sus colas para comprar comida en vez de ir a los automercados, siempre
conseguirán una manera de quejarse y de eludir la responsabilidad de comenzar
de nuevo, siempre se quejarán de tal o cual cosa en vez de sacar las cuentas de
sus libertades ciudadanas, de las calles sin huecos, de poder comprar el
vehículo de su preferencia, de escoger el hospital donde desean ser tratados de
sus enfermedades, de poder trabajar así sea en las labores que consideran bajas
para sus ¿inmensos talentos?
Martín,
entre tragos en casa, me llegó a comentar, que este exilio es lo mejor que me
ha podido pasar en la vida y yo no lo veo así, este exilio lo he acomodado a la
vida que deseo vivir y que hace diez años soñé para mi país, pero eso es una
quimera y la mejor manera de ser feliz es conspirar con las cosas que no podrás
cambiar, de manera que el viento no soplará siempre como yo quiero, pero como
marinero podré arreglar las velas para poder avanzar.
Llegan
a estas playas con la visión de vivir como norteamericanos sin serlo y sin
entender que debemos pagar el derecho de piso, compran casas de lujo para
justificar ante los desechos que quedan de país que fue una buena elección, un
Mercedez Benz o BMW en la puerta donde van a buscar a nuestro aeropuerto a
los familiares y amigos que quedan, como es de esperar, impresionados del lujo
y la opulencia y aun no tienen trabajo ni estatus migratorio, hasta que pasa lo
que se espera, ¡deben devolverse!
Esto
es un deporte extremo y los venezolanos tenemos el buen ejemplo de los
portugueses, italianos y españoles de post guerra que llegaron con humildad a partirse el lomo y
sacar adelante a sus familias… ¡ese es el ejemplo a seguir!
muy grato comenzar el día con está luz que se une poco a poco en adelanto a la alborada como una diana de esperanza o acicate para el compatriota emigrante o pensando en zarpar a nuevos derroteros.
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ReplyDeleteLo leí y me puse mis tenis y ropa acorde para practicar el deporte extremo en que se ha convertido vivir en nuestro pais. Por suerte, hoy funges de Coach y eso ayuda. gracias a ti.
ReplyDeleteLo leí y me puse mis tenis y ropa acorde para practicar el deporte extremo en que se ha convertido vivir en nuestro pais. Por suerte, hoy funges de Coach y eso ayuda. gracias a ti.
ReplyDeleteGracias Berny, llegó el msj
ReplyDeleteAsí mismo es, o te adaptas, no solo mentalmente sino práctica/pragmáticamenteamente, o no vas a tener éxito en la migración. Como siempre le he dicho a mis amigos y sus amigos que llegaron después que yo (hace exactamente 20 años), "hay que cortar el cordón umbilical", no es fácil, lo reconozco, sobre todo al principio. Sigo siendo venezolano y amo a Venezuela Libre, pero también quiero y amo a este bello país que nos acogió, con las buenas y malas, y nos ha hecho a toda mi familia lo que somos hoy aquí.
ReplyDeletetodas realidades, pero le agregaria y quiza sea mi mecanismo de defensa para no emprender lo que hiciste con valor extraordinario en ese deporte extremo, son: SALUD, EDAD...
ReplyDeletelas mias son: estabilizado y controlado con multiples medicamentos y la seguna, ya voy para 7 decadas....51 de graduado y 21 retirado, solo con techo y movilidad...excese me...BZ anyway...