EL CEMENTERIO DE LAS ILUSIONES MUERTAS
Ese cementerio,
tiene su dirección postal aquí en los Estados Unidos de América, el país de lo
posible, el país del sueño americano. Queda en la costa este en un sitio
llamado Broadway, allí se fundó, allí creció y están enterrados los sueños de cientos
de miles de hombres y mujeres que no usaron la palabra mágica y que decidieron
morir sin cumplir sus ilusiones.
Todos
bien sabemos que entrar en aquel ambiente del cine de principios del siglo XX
era sumamente difícil, pero Broadway los vigilaba y escogía solo a aquellos que
pagaban el precio.
Sigue
siendo todo similar, aquí debemos pagar el precio y otra más, nadie te está
esperando señor doctor, ingeniero, filólogo, escritor, nadie. Todos debemos
pagar el derecho a piso de vivir aquí y el sistema te vigila hasta que deduce
que nada te detendrá.
No
podemos olvidar que Cristóbal Colón soñaba con un mundo desconocido. Apostó la
vida a la existencia de ese mundo y lo descubrió. Tampoco podemos olvidar que
pagó un alto precio para lograrlo. Lo mas natural hubiese sido abandonar la expedición
a los pocos días sin conseguir tierra, todo esto ante la tamaña incertidumbre
que bien se pueden imaginar, ante un mundo desconocido, una tripulación de
truhanes, unos barcos medievales y cuya única propulsión eran los vientos. La
fortuna definitivamente ayuda a los audaces, porque ¿se han dado cuenta que descubrió
al nuevo mundo el 12 de Octubre de 1492 en plena época de huracanes? Y ninguno
lo afectó o sus endebles carabelas hubiesen naufragado.
Copérnico,
el astrónomo, soñó con múltiples mundos y los reveló, los mostró a una cultura escéptica
e ignorante.
Napoleón
Hill, escribió que ‘’el éxito no requiere disculpas y el fracaso no acepta
coartadas’’, con esto quiero mostrarle que no es ante la primera traba que
debe renunciar, quiero mostrarle que nadie creerá en usted, también quiero
mostrarle que deberá pagar el precio del éxito el cual es la permanencia sistemática,
la voluntad, la manera de persistir, hasta lograrlo.
Estoy
seguro que Colón dudó de si mismo y de sus planes, pero continuó y también estoy
seguro que su empresa, la suya, mi estimado lector, no es mas riesgosa que la
del Almirante de la Mar Océano, entonces le pregunto: ¿Qué puede perder si lo
intenta y luego decide nunca renunciar, decide continuar y enfrentar todo obstáculo
con ahínco, con ímpetu.
Broadway
fue un escenario nefasto, fue el negocio del ego y en esa materia los artistas
son unos expertos y con seguridad absoluta la gran mayoría renunció a sus sueños
porque Broadway era muy pequeño para ellos y
en esa selección natural ‘’broadwuiniana’’ solo aquellos de
imperturbable decisión, solo aquellos que supieron que detrás de su decisión de
no renunciar estaba siempre un obstáculo, solo ellos fueron famosos en ese
Broadway que no le abría las puertas a los pusilánimes, a los blandengues y a
los egotistas que pensaban que sus talentos eran muchos.
Con
frecuencia la persistencia y la voluntad le ganan por mucho a la inteligencia.
Tu tienes los dos, ¿Qué te puede parar?
Juradopublishingahoo.com
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