UN ARMA CARGADA
Si,
yo creo que él es un arma cargada, siempre lista para disparar, de hecho, yo lo
conozco medianamente bien y como dijera Alfred Hitchcock, no me gustaría pelear
con esa persona, porque no es violento o al menos lo simula, que es peor y además
parece pacífico y hasta amable, de sonrisa fácil y todo lo anterior es un
peligro. Debemos agregar también en su contra que es escritor y de los buenos,
materia esta que lo hace aún más temible y su vida está llena de aventuras, de anécdotas
y cuentos con personajes públicos y otros oscuros, personajes virtuosos y los
que más, pillos, criminales, traficantes, guerrilleros, consumidores de drogas,
malhechores, conspiradores, un tipo raro este, porque en mi caso, conociendo de
cerca las miserias humanas, no tendría tanto humor y mucho menos fuera tan
buena gente, además mi musa se hubiese puesto vieja y marchita, porque las
cosas se pegan.
Desde
siempre me ha cautivado la pluma de Honorato de Balzac, desde su obra ‘’Papa Goriot’’
y fue el verdadero retratista de la comedia humana francesa de su tiempo. Creo
que es uno de los santos de mi santoral literario junto a Víctor Hugo, pero un
momento, que, de él, de Honoré, se dice lo siguiente: ‘’20 de mayo de
1799-París, 18 de agosto de 1850 fue un novelista francés, representante de la
llamada novela realista del siglo XIX. Trabajador infatigable, elaboró una obra
monumental, La comedia humana, ciclo coherente de varias decenas de novelas
cuyo objetivo era describir de modo casi exhaustivo la sociedad francesa de su
tiempo para, según su famosa frase, hacerle «la competencia al registro civil’’.
Pues
bien mis queridos lectores, hecho este punto, Balzac llegó a asegurar lo
siguiente: ‘’La policía y los jesuitas tienen la virtud de no abandonar jamás ni
a sus enemigos ni a sus amigos’’ y esta arma letal cargada, a quien me refiero
hoy, esta persona que en sus tiempos de joven, algunos de sus interrogados se
hicieron sus amigos, este policía del que me consta que es mi amigo y amigo de
sus otros amigos y por ello también parece jesuita es el Comisario General José
Atahualpa Montes, quien la vida le ha premiado con el tiempo para poder ver
morir a sus enemigos que en esta coyuntural profesión han debido de ser muchos
y además temibles, aunque sus elegancias y sus prudencias no lo delatan
hablando demás de los malos.
Hoy
está de cumpleaños, me temo que es un poco más joven que Balzac, pero no mucho
y su amistad honra mi casa y familia.
Ha
tenido el terrible mal gusto de escribir bien sobre mí, creo que ha sido el único
con ese nivel de riesgo y vendrá a casa, donde espero tenderle una emboscada y
emborracharlo hasta que se declare culpable.
Querido
amigo, te deseamos que sigas tan preclaro, tan amable, tan culto, para que
continues alumbrando el camino de nosotros quienes te queremos y seguimos tu
siempre amable rumbo.
juradopublishing@yahoo.com
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