UN CAMPESINO GOBERNANDO
Ahora
es la moda de los resentidos flojos, ignaros y arrogantes, el ponerse motes a
la majestad de la presidencia. Solo en Latinoamérica gusta esto, al igual que
los mítines multitudinarios bajo el sol o la lluvia. Nicolás Maduro se hace
llamar el presidente obrero, el tonto Evo Morales que además es doctor cinco veces,
pero ‘’honoris causa’’ se hace llamar el presidente cocalero, Lula da Silva tenía
también un mote y ahora el maestro de primaria Pedro Castillo, ante la
avalancha de desaciertos y toda vez que se acaricia la posibilidad de su sustitución,
pues, arguye que la burguesía no acepta a un presidente campesino.
Déjenme
ser imparcial al respecto, ya he escrito sobre el tema: por un momento imagínense
que el campesino ya no desea serlo y toda la vida le ha gustado un oficio que sin
lugar a duda es mucho más sencillo que gobernar un país, el cual es el de
piloto de aerolínea. Él nada sabe de volar, él nada ha estudiado sobre la aerodinámica,
pero por votación de los obreros de la aerolínea se elige a un Pedro Castillo
como piloto, si, el piloto campesino y todos los obreros se ven representados, están
contentos porque ahora si van a reivindicar los derechos a ser pilotos sin estudiar
y sin entrenamiento.
En el
primer vuelo, todos expectantes, ven desde diferentes ángulos a un Pedro Castillo o a un Hugo Chávez, o Nicolás Maduro, sentado en la cabina, puesto
izquierdo, confundido, arrogante, viendo obnubilado los controles y por
supuesto la pregunta no se hace esperar a la azafata quien trae un café: ¿azafata
y donde está la llave del avión?
-La azafata, traída del pueblo del ahora piloto, le
contestará sin empaches y con igual dejo de sabiduría lo siguiente: Capitán, la
llave no la he visto, pero preguntaré al resto de la tripulación.
Como
es de esperar, el tráfico aéreo en el aeropuerto está detenido a la espera de
la salida del único piloto campesino.
Estimo,
a la hora de todo esto, que la agencia
de aeronáutica civil le quitará del camino y entonces todos los obreros,
limpiadores, choferes, reclamarán que le han quitado el avión porque la oligarquía
no acepta entre sus burgueses pilotos a un campesino.
Yo
soy muy respetuoso de las habilidades, oficios, trabajos de otros y por ello
respeto, considero, atiendo con educación y gentileza a todos aquellos que
ofician como choferes, campesinos, taxistas, o cualquier otro trabajo, pero créanme
que no pienso publicar un libro de ninguno de ellos a menos que tenga ciertas características
sintácticas, ortográficas y con una historia interesante.
El
ser campesino, sr. Pedro Castillo, presidente del Perú en mala hora para ese país,
no le da autoridad para ejercer, no le da sabiduría, tampoco habilidad ni mucho
menos cancha política para manejar o mejor dicho pilotar los destinos de su
bello país. El ser campesino le califica para el campo, para la siembra, para
otros trabajos diferentes a la delicada función. La corrupción comienza desde
el momento en que una persona recibe un cargo para el cual no está preparado.
Pd: los aviones no tienen llave.
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