LA CENICIENTA DE LA
TELEVISIÓN
Llegó desde Nicaragua con fama y experiencia en los medios,
pensando que estas puertas se abrirían fácilmente pero no, no la estaban
esperando, como tampoco te esperan a ti y tuvo que pagar el precio de pisar
este piso, sí, lo que llaman en los medios "El derecho de piso". Otros lo
denominan el sueño americano y consiguió en un pequeño canal de West Palm Beach,
una participación pequeña, buena suerte esa.
Como usted comprenderá, nuestra cenicienta podrá darle
mayores detalles a todo esto que pareciera una historia más común que especial,
pero es que aún no le cuento sobre ella. Se compró un vehículo tan viejo y
desvencijado que el pobre no aguantaba esa ruta de Miami a Palm Beach y por
ello tomaba el tren a las tres de la mañana. En aquellos años, el tren de Miami
era usado por mal vivientes, drogadictos y borrachos y por su seguridad ella se
sentaba cerca, recién levantada, usando ropa común, lo que podríamos llamar el
normal atuendo de una trabajadora de cualquier factoría. El conductor del tren,
un hombre de origen afroamericano, la cuidaba de los viciosos y hasta más
de una vez tuvo algún altercado diciéndole que no se metieran con ella, que era
su sobrina.
Llegaba al canal, la maquillaban, la vestían con ropas
prestadas de una tienda que se anunciaba en su programa y que tenía que
devolver al día siguiente, hacía su pequeña participación y volvía como una gran
periodista que es, en el mismo tren y vestida para su triunfo. El conductor del
tren comenzó a llamarle "Cindirella", el anglosajón del cuento "La
cenicienta": …narra la historia de una joven, tiranizada por su madrastra y
humillada por sus hermanastras, que ha perdido hasta su nombre y a quien todos
llaman Cenicienta por su sucio aspecto, pues su cama son las cenizas de la
chimenea. Pero el amor de un príncipe cambiará su destino’’.
Ella comenzó una amistad con el conductor y le dijo que ganaría
un Premio Emmy: "The Emmy Awards, or Emmys, are an extensive range of awards
for artistic and technical merit for the American and international television
industry", el conductor reía con amabilidad.
Leana Astorga, periodista nicaragüense, pudo entrar a las
grandes cadenas de la television de habla hispana en los Estados Unidos, porque
cuando el universo observa a alguien con la firme intención de triunfar, con
una disciplina no negociable y con un profundo deseo de hacer algo, pues le
abre las puertas y le deja pasar. La Cindirella de la televisión y su inmensa
iniciativa periodística estaba en los Emmy Award, vestida de lentejuelas blancas
y un ejecutivo, cuyo nombre no recuerdo por poca importancia, se le acercó y le
dijo sobre su nominación a lo que agregó, palabras mas o menos el mote "Cindirella".
Nos vimos en la exclusiva recepción del restaurant Il Forno y
le prometí este escrito de inspiración, porque con frecuencia podemos perder la
esperanza y la fe, de forma que es la Cenicienta Leana Astorga un buen ejemplo
de constancia, disciplina y profesionalismo.
www.juradogrupoeditorial.com
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