O TE ACLIMATAS O TE ACLIMUERES

 

O TE ACLIMATAS O TE ACLIMUERES

            19 de octubre en la noche, ya había coordinado la misa por el descanso del alma de Papá en la Ermita de la Virgen de la Caridad del Cobre, cerquita de casa en Coconut Grove y donde siempre me consigo con respuestas. Allí estuve con mi padre cada vez que venía a visitarme y se le hizo la misa. Al entrar al templo, había mucha gente que no parecían feligreses recogidos en oración, parecía una fiesta. La bandera de Bolivia y la de Estados Unidos y ciertamente era la noche de Bolivia.

    Hace un par de años, otro 19 de octubre donde también celebramos la misa de mi padre, era la noche de República Dominicana, gente alegre y  las canciones que cantaban no eran muy santas, lo único que faltaba es que sacaran el ron.

     Nos sentamos un poco intimidados, pero en la primera fila a esperar la celebración y se nos acercó una monja que textualmente nos preguntó a nivel de susurros:

-Creo que ustedes no son bolivianos, ¿verdad?

-No madre, somos venezolanos.

-Esta noche es la noche de Bolivia, cada noche por estas fechas tenemos a un país diferente, la semana pasada le tocó a Venezuela con la Virgen de Coromoto, pero no recuerdo haberlos visto.

-Pues, yo le confieso madre, que ni siquiera me enteré. Nosotros vivimos una vida divertida pero ocupada y estamos mimetizados más hacia el lado norteamericano. Por cierto, aquí en este sobre tengo una donación para la reconstrucción de la Ermita.

            La monja, de evidente origen cubano, un poco mayor, serena, reposada, pero con buen humor y exclusiva educación me contestó:

-Gracias por la donación, la haré llegar al sitio correcto; ciertamente el templo está cumpliendo cincuenta años de construido y le voy a decir algo más, yo nací en Cuba y allá decimos que o ‘’te aclimatas o te aclimueres’’, de forma que estoy de acuerdo con usted.

            El mensaje para los inmigrantes, es que los guetos jamás han sido buenos, sus vicios de los cuales vienen huyendo, no deben repetirlos por acá porque simplemente no surgirán. Esos hábitos que conocemos, esas costumbres de por allá, que son ilegales por acá, esa crítica al sistema que ustedes escogieron pero que no se les acomoda, esas reuniones para hablar solo del pasado, de la Caracas que ya no existe, de la profesión que ya no ejercen, de los amores que dejaron, de la familia que se quedó, nada de eso es malo, excepto que no les deja vivir aquí, porque nadie puede estar contento con un pie en Chacao y otro en Brickell.

            Pueden buscar la media aritmética, pero aprendan inglés, pueden ser felices, explorando la cultura americana sin olvidar la vuestra y recuerden, deberán por la fuerza aclimatarse o devolverse.

            Los guetos son sitios, reuniones de queja y desde ella nada progresa, no obstante, en cambio desde el agradecimiento todo se ilumina y cuando tengas dudas, recuerda que en tu país, hay personas que darían lo que fuera por vivir la vida que aquí vives.

 

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