LA RUEDA DE SAMSARA

 

LA RUEDA DE SAMSARA

            Bien lejos de mí, los odios, los rencores, los chismes y sus chismosos, esos resquemores del pasado competitivo para llegar de primero a ninguna parte, bien lejos.

            A esta edad, si usted es menorcillo a las cinco décadas, podrá acusarnos de ingenuos e inmaduros, aunque nos encontremos en la frontera norte de las seis décadas, pero anoche nos divertimos mucho, porque hemos hecho lo correcto, burlarnos sin empache alguno en uso del lenguaje que paso a transcribir desde mi whatsapp a estas páginas.

            Rafael, quien vive en Caracas y de excepcional humor tan británico e inteligente que me manda videos desde Baker Street, donde Sherlock Holmes tenía su oficina, si, ese personaje de Sir Arthur Conan Doyle, también desde París con la torre del Ingeniero Eiffel a sus espaldas, pero como nadie es perfecto, nació en Acarigua, desde donde su humor se convierte en algo criollo, por decir lo menos. Rafael es tan noble que persuadido del primer párrafo se aleja presuroso de los odios y ambos tenemos a nuestro amigo Jesús, porque yo tampoco soy perfecto  y con especial humor que seguramente no les dará gracia alguna mantuvimos la siguiente conversación:

Yo: Sin lugar a duda, Rafael es una suerte de procaz Sancho Panza, de prosapia reptil y larvaria conducta psicosocial.

Jesús: ‘’La verdad es que si no existiera Rafael tendríamos que inventarlo, pasar por esta vida y no escuchar su lenguaje no sería digno de vivir’’

Yo: Rafaelito es un atanor de flujo continuo se sinceridad y pueblo. Un ductor de la fraterna conducta, no obstante, con frecuencia pienso que se encuentra bajo el influjo de la hechicería, nigromancia, taumaturgia o conjuro del cocuy de penca.

Jesús: ‘’Diría el protagonista que vaina tan guena con g, recuerda que él no es mantuano como nosotros, el es catalogado en nuestro club, o sea el Country Club de Caracas como un blanco de orilla’’

Yo: De ninguna manera mi querido Doctor, él es un dispéptico inveterado y con frecuencia plañidero, lastimero, suplicante y quejumbroso dependiendo del licor. En su Acarigua natal definen lo predicho como una pea llorona.

            Y en ese tenor amable continuamos hablando de Rafael, hasta que llegó un audio con unas palabras que no sabría escribir porque nunca las había escuchado pero que por el tono a todas luces eran propias de un lupanar de muy baja laya.

            Seguimos riéndonos, los tres, sin temores, sin límites por aquello de la rueda de Samsara: ‘’ Se refiere a la idea de que, mientras permanezcamos ignorantes, apegados, y con odio, continuaremos creando karma, y por tanto, continuaremos renaciendo en este mundo lleno de dolor y sufrimiento. Se describe usando la metáfora de una rueda de la vida, en donde una cosa inevitablemente lleva a otra.’’

            Y allí viene la pregunta: ¿y si nos conectamos con el saber, el amor, la amistad, me temo que crearemos un darma y el mundo, nuestro mundo será próspero y luminoso.

            Gracias Rafael y Jesús, por su buen humor y fina estampa.

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