AUDAZ COMO UNA PROA
Lo conocí
en un memorable programa de televisión, donde la inteligencia y el buen humor
fueron los protagonistas, pueden buscarlo en la web, se llamaba ‘’negro sobre
blanco’’ y tenía a dos entrevistados, al autor de una obra llamada ‘’Trece
noches’’ de nombre Jesús Quintero,
periodista recientemente fallecido este año y a Antonio Gala, escritor y
dramaturgo.
Con evidencia se había leído la obra, las marcas de las páginas así lo delataban y el libro trataba precisamente de trece memorables entrevistas que hizo Quintero a Gala en trece noches que le dieron un astronómico rating al programa. Desde mi punto de vista dos genios televisivos que además escribían, no al revés, pero en este caso el entrevistador fungía como hábil torero entre los dos.
Fernando
Sánchez Drago es a quien me refiero. Escritor de cincuenta y una obras, lector
profundo, como escritor ganó los siguientes premios: Premio Nacional de Ensayo
(España) Gárgoris y Habidis. Una historia mágica de España (1979), Premio
Planeta por La prueba del laberinto (1992), Premio Espiritualidad Martínez Roca
por El Sendero de la Mano Izquierda (2002), Premio Fernando Lara de novela por
Muertes paralelas (2006), Premio Castilla y León de las Letras (2023), pero también
ejerció algunas profesiones como: ensayista, novelista, crítico literario,
profesor, filólogo, presentador de radio y televisión, escritor, antropólogo y
orientalista y hablo de él en pasado porque ayer falleció de un paro cardiaco a
los ochenta y seis años.
Hay
una opinión que Sánchez Drago se copió de Ortega y Gasset que la popularizó y
que siempre me ha causado risa, por lo cierta, por lo ajustada, por lo precisa:
‘’votar por la izquierda es una de las múltiples maneras de la estupidez
humana, porque cuando la izquierda manda, pasan al menos dos cosas, la primera es
la pérdida de la libertad y la segunda es la contracción económica’’
Criticado,
admirado, seguido, defraudado, leído por propios y ajenos, rechazado, imitado,
observado por buenos y malos, pero siempre dando de que hablar o mejor aun,
dando de que leer.
Fue audaz
como una proa y sus entrevistas fueron memorables y aunque con buenos modales, también
ponzoñosas, si, fue audaz como una proa y universal como la rosa de los
vientos, así se refirió Jorge Luis Borges al ‘’Ulyses’’ de Joyce y yo lo copio
sin pudor para referirme a Fernando Sánchez Drago, quien ha sucumbido a la
muerte física.
Es
esto algo interesante, el escribir para ser amado u odiado, pero siempre tomado
en cuenta, hasta el momento de la inevitable muerte que a todos llegará.
Recuerdo que tenía un ataúd de pueblo en su biblioteca, junto a otros objetos
de los trece países donde vivió y de las tres veces en las que estuvo preso,
pero el ataúd era para acordarse de la muerte, era uno viejo de los pueblos
pobres, usado por varios para el velatorio, luego enterraban el cadáver y sería
usado por el próximo.
Creo
que vivió con la intensidad del escritor, con esa doble vida de la imaginación creativa.
Paz a
su alma.
juradopublishing@yahoo.com
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