De: Pedro Pedrosa
Debo confesar que planifico
más mi trabajo que mi vida. Mi vida no es movida por un plan, pero tiene muy
clara sus objetivos. En el camino hacia el logro de mis objetivos de vida voy
encontrando oportunidades algunas las he aprovechado y otras las he dejado
pasar; pero nunca me he arrepentido de ninguna de las dos opciones (de
aprovechar o desaprovechar una oportunidad) simplemente esa decisión buena o
mala me sirve de lección de vida para identificar nuevas oportunidades buenas o
malas. Mi vida es más el “hacer” que el “esperar”.
Cuando inicié mis estudios de
post grado tenia claros dos objetivos: 1. Estudiar y entender el socialismo que
tanto ha afectado a mi país (Venezuela) 2. Que el trabajo de tesis que debía
entregar no podía ser únicamente un documento académico para la obtención de un
título académico. Con estas dos premisas en mente comencé a estudiar sin saber
cuál sería el hilo conductor de mi trabajo, pero las ideas fueron apareciendo y
mi CPU (mi mente) las fue ordenando. Cuando comencé a escribir no estaba seguro
de cómo hacerlo, pero me entusiasmaba de idea de que quienes leían mis
borradores simpatizaban con lo que escribía.
Para no extenderme, culminé el
trabajo, me gradué y logré entender que el socialismo en cualquiera de sus
versiones (carnívora o vegetariana) es una tesis política aberrante que en el
mejor de los casos somete a los individuos por la dependencia que genera en los
ciudadanos y en el peor de los casos además de generar dependencia priva de
toda clase de libertades para crear, para pensar ¡para vivir! Cumplido el
primer objetivo, faltaba materializar el segundo ¡convertir mi experiencia en
un libro!
¡Si! Un libro, con ese
agradable olor de las hojas cuando se compra, con la sensación que deja en la
punta de los dedos el pasar las hojas, con una foto de autor… con esas cosas
sencillas que he valorado en las dos centenas de libros que atesoro en mi
pequeña biblioteca.
Durante un viaje a la ciudad
de Miami, recibí como regalo ¡un libro! De un joven inquieto y preocupado tanto
o más que yo por nuestra atribulada Venezuela. Con asombro noté que el libro
era editado por “Jurado Publishing” y por conocer al maestro del joven (mi
maestro) dije “Es que Bernardo no solo escribe… además es editor” Así que de
inmediato tomé el teléfono y llamé a mi siempre maestro y amigo Bernardo
Jurado, un hombre que ha dejado su nombre impreso en la galería de comandantes
de tres buques de la Armada Venezolana (la de antes… no la socialista) cuyo
nombre aún suena como leyenda en las cubiertas de esos buques y que ahora
además deja su nombre en indeleble tinta en los libros que publica y edita.
Le pedí que leyera mi tesis y
que además fuera ¡imperativo! Que mi primer libro llevara en su portada la
firma “Jurado Publishing” Era una cuestión “mutua conveniencia” por un lado yo
presentaría una obra editada por un personaje invaluable a quien la satrapía
política venezolana había arrojado al ostracismo, con lo cual le digo a esa
satrapía que “me vale cinco” lo que de Bernardo Jurado uds hablen; por otro
lado mi libro estaba más cerca de materializarse. Debo confesarles además que
(sin ánimo de arrogancia alguna) mis habilidades en la oratoria me habían
valido durante la realización de un curso de especialización naval en el año
2005 el “mote” de “Juradito” (el alusión al maestro del discurso, la oratoria y
la persuasión en la Armada Bernardo Jurado) así que dije “Bueno Juradito
publicará un libro editado por Jurado”
El proceso fue muy rápido,
según el editor, la correctora de estilo quedó gratamente impresionada por la
redacción, Amazon subió el libro a su tiende virtual en tiempo record y con el
viento soplando en popa ¿Cómo no dejar en manos de mi amigo este proyecto? ¡La
foto tuya! ¡La portada! ¡Una nueva corrección! Recordé a otro muy exitoso
venezolano JJ Rendón a quien tuve la oportunidad de escuchar durante una
conferencia en Panamá en el año 2010, cuando explicaba que la “U” que se usó en
el diseño del logo del “Partido de la U” en Colombia era la que se usa en las
chaquetas y remeras de las universidades. La anécdota pretendía explicar que
necesitaban mostrar algo, y que debía ser de inmediato y que además la peor
opción era pasar largas jornadas diseñando algo. Así que dije “Hagámoslo y
punto” (de hecho creo que envié una de las peores fotos que me he tomado)
De corazón espero que no sea
mi mejor libro ya que escribiré uno o dos o muchos más; también espero recibir
muchas críticas y algunos aplausos. Mi libro es un recorrido por lo que aprendí
y lo que debemos aprender; mi libro además es una forma de explicar a través de
la política exterior, la carencia de ideas que en política hemos adolecido los
venezolanos por más de medio siglo. Mi libro además me dio una gran lección,
comencé a escribirlo con la más premeditada intención de demostrar que la
política exterior chavista no funcionaba, y terminé demostrando en el texto que
contando con las circunstancias que contó el régimen para “exportar su
revolución” lejos de ser inoperante se convirtió en una maquina muy eficiente
¿Qué cuáles son esas circunstancias? Los invito a comprar y leer “Así se
Exportó la Revolución” de la autoría de este servidor PEDRO LUIS PEDROSA
RODRIGUEZ y editado por JURADO PUBLISHING
saludos y felicitaciones de nuevo, saludos y felicitaciones a "las tuyas",,,madres, esposa(s), hijas ya mama...y todas que siempre merecen ser felicitadas y tomadas muy en cuenta, no son objetos, son las que nos permiten estar en esta dimension de la vida..
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