Friday, May 31, 2024

EL DISFRAZ DEL MIEDO

 

EL DISFRAZ DEL MIEDO

Recientemente escribí un artículo sobre la inevitable muerte titulado " No mueras de viejo tan joven" y es que personas jóvenes comienzan a morir por dejar de vivir, pues uno de los miedos que nombra Napoleón Hill en su obra cumbre: "Piense y hágase rico" es precisamente el miedo a la vejez, pero también el miedo a la enfermedad, el miedo a la pobreza pero deseo remarcar en estas letras el miedo a la soledad, porque el disfraz del miedo es la perfección y estamos solos porque los amigos no se comportan como nuestro criterio manda, pero más aun nuestro ego. Estamos solos, porque esos amigos no tienen  el contenido que yo deseo, no conversamos de lo que me gusta, no beben los vinos, no tienen el dinero, siempre pago la cuenta, no tienen el humor que quiero y así en ese interminable rosario de defectos y quejas, decidimos estar solos y pensamos que es preferible a estar, lo que nuestro criterio dicta como  "mal acompañados"



            No conseguiremos a ese amigo perfecto porque no existe, además debo aclararle que usted no solo es imperfecto sino que tampoco califica en los criterios de sus amigos como tal, aunque usted lo crea, de forma que debe tomar simplemente dos decisiones a saber: la primera es quedarse absolutamente solo y tomar la vía más rápida hacia la vejez y la muerte, tomar la vía más rápida hacia la demencia senil, hacia los dolores articulares, hacia la amargura o esta que me gusta más y además la ciencia moderna recomienda: la socialización en la edad adulta, el enamorarnos, el poseer un proyecto y si este es uno intelectual como escribir sus memorias, es mejor aún, el moverse, y esa mágica coordinación cerebral, somática y espiritual que da el bailar, para ello les tengo buenas noticias, siga leyendo o fallezca, pero sin molestar por favor.

            La gratitud es uno de los secretos que olvidamos en la adultez, porque muchos piensan que el planeta les debe su encomiable esfuerzo de la juventud, de la edad más productiva, pero sigo con buenas noticias: el promedio de edad para ganar el premio Nobel de literatura es de sesenta y dos años, porque el haber envejecido no nos hace lisiados, hay cosas que hacemos mejor ahora que cuando jóvenes, simplemente porque hemos vivido más y cuando la gratitud entra a la casa de su mente, la perniciosa queja que acompaña a una gran cantidad de personas adultas mayores, pues, esta sale despavorida por la ventana.

            Hay un movimiento, que ya se ha hecho público y conveniente. Un movimiento indetenible, llamado "El club Tobías'’ al que observo con detenimiento, porque sus miembros que con esa actitud de gratitud, bailan, ríen, se enamoran de ellos mismos y se recuerdan que están tan vivos como cuando eran ejecutivos, presidentes de compañías o famosos abogados, apartan el disfraz del miedo, el cual es la perfección y se aceptan como deberíamos hacer todos y viven, porque la vida es un viaje y como escribió Lao Tze: "Un buen viajante no tiene ni planes fijos ni la intención de llegar".

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1 comment:

  1. Hola Bernardo, aunque lo conozco, me quedé con ganas de una explicación más detallada del Club Tobias. Me encantó el escrito, totalmente cierto. Saludos

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