LA PARADOJA DE SALOMÓN
-Si, yo creo que deberías
adelgazar un poco más, estás en el borde de la obesidad.
-Esa muchacha no me
gusta para ti, creo que es demasiado bonita y las mujeres así, son apetecibles.
-A tus hijos deberías
criarlos así o asao...y en ese tenor muchas personas aconsejan sin que se les
haya pedido consejo alguno. Además, debemos agregar que detrás de ellos, de los
consejos, se guarece un interés oculto, envidioso, lisonjero, con frecuencia,
oscuro.
Se le ha dado el nombre de la
paradoja de Salomón, precisamente porque Salomón, todo poderoso de la época,
aconsejaba a muchos que si iban a buscar su consejo, pero paradójicamente el
hacia lo contrario en términos personales.
La paradoja de Salomón es un fenómeno
común en estos tiempos y consiste en que normalmente somos mejores aconsejando
que siguiendo nosotros propios consejos.
Personas a las que califico de
metiches, otrora opinaban sobre mi vida y por no ser mal educado, las escuchaba
asintiendo y solo en silencio me preguntaba sobre su desastrosa vida.
Como a mí me ha pasado esto, te
recomiendo aquello y resulta que lo que le ha pasado era precisamente por no
seguir los consejos que ahora me da como ley de vida, si, es la exacta paradoja
de Salomón, dar consejos que no seguirías tú mismo.
Este fenómeno se conceptúa de la
siguiente manera: "La paradoja de Salomón hace referencia a cuando somos
mucho más hábiles aconsejando a los demás en sus problemas, sirviéndoles de
consuelo, ayuda y apoyo, mientras que no somos capaces de aplicarnos las mismas
lecciones en primera persona"
Es muy interesante en el caso de
mi generación, preparada para ser empleados, tener un trabajo seguro, un seguro
médico y además un retiro que también era supuestamente seguro. Toda la
sociedad votaba por ello, nuestros familiares, amigos de nuestros padres, por
supuesto las mismas damas casaderas votaban por un buen prospecto refiriéndonos
a la seguridad, mientras otros avanzaban en silencio, estudiando cómo hacer el
dinero y como emplear a todos aquellos que pudieran.
Recordarán mis amigos lectores al
portugués de la panadería, una persona seguramente buena, con terrible
experiencia de post guerra, dedicado en cuerpo y alma a su negocio, a la
familia y al ahorro y su hijo al que le aplicaron la paradoja de Salomón,
manejaba un BMW mientras asistía a la universidad católica a estudiar leyes y a
intentar emplearse en una conocida oficina de abogados, pero buenas noticias,
porque más allá de la vocación en la que creo, si el comportamiento no cambia
es porque no hemos aprendido, pero cuando quieras cambiar el comportamiento,
simplemente cambia de entorno.
Agradezco el exilio que ha hecho
que cambie el entorno a porrazos, porque lo que pasa en Venezuela, tiene que
servir para algo en un futuro que aún no vemos.
www.juradogrupoeditorial.com
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