EL CUARTO LE COGIÓ CANDELA
Eran
las tres de la tarde y había dejado la vela prendida y el cuarto de Tula, le
cogió candela y todo lo que paso a contarles, fue por culpa del español Sergio
Siaba, quien cumpliría este mes de Julio ciento cuatro años.
- ¿Y qué quiere comer tu papa? Quien
a la sazón es uno de nuestros escritores mas longevos con noventa y tres bien
llevados.
-Quiere comer
paella.
-Pues no se
diga más, nos vemos en Casa Juancho Restaurant a las tres de la tarde.
Haciendo la analogía correspondiente,
el cuarto de Tula se incendio a las tres de la tarde, pero esa es harina de
otro costal.
Créanme que estaba expectante,
porque el gusto de mi escritor es exclusivo y preferiría tomar como mío aquel
dicho de Popeye el marino: ‘’que un rayo me parta’’ a caer en la afilada lengua
de este juglar al que quiero mucho y al que me mortificaría que la comida no
fuera de su agrado, de forma que hice la reservación, junto a una advertencia
que sonó más bien a amenaza y allí nos vimos, porque ese es uno de los
restaurantes favoritos de mi padre, que a la sazón es compadre del escritor y
eso agrava mi preocupación.
El fuma cigarrillos y pasé a comprar
una cajetilla de regalo, ese es el nivel de consentimiento que le tenemos.
Nos encontramos y cuando se enteró
que en el restaurant no se podía fumar en el interno, su cara fue
desaprobatoria, pero la comida estuvo estupenda y a una milla queda un sitio
cubano de nombre Guantanamera, un bar de la calle ocho y allí llegamos a
llevarlo a fumar y a seguir libando.
Con un conjunto de músicos formidables,
pedimos los tragos, prendimos nuestros vectores de humo y sonó la famosa canción
cubana ‘’El cuarto de Tula’’ compuesta por Sergio Siaba, quien nunca registró
los derechos de autor y tampoco nunca ganó ni un peso.
Como les dije, nacido en España,
pero criado en Cuba, era más cubano que ibérico y probablemente eso nos está
pasando a todos aquí en Miami. Probablemente somos más de Miami que de otra
parte.
Tula, al igual que Cecilia Valdés, la
protagonista de la novela del mismo nombre editada a finales del siglo
antepasado y que es un referente de la cultura esclavista de la época, me temo
que nunca existieron, excepto en el imaginario colectivo del pueblo que las ama.
Buena Vista Social Club, le quitó el
polvo del tiempo y la internacionalizó al igual que Chan Chan.
Así fue, al cuarto de Tula, que
quedaba en el barrio la Cachimba, le cogió candela, porque se quedó dormida y
no apago la vela.
Gracias amigos queridos, nuevamente
gracias, gracias a la Miami de mis amores, de la mixtura tan española y cubana
como el genial Sergio Siaba.
www.juradogrupoeditorial.com
Qué sabroso relato!.
ReplyDeleteMejor aún escuchando al final del relato la interpretación por parte de Buena Vista Social Club.
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