Y ALLÍ SOÑÉ UNA VIDA
Fuimos
unos privilegiados. Fuimos entrenados en la última tecnología de combate naval
para la época, además nuestros equipos estaban actualizados con los del primer
mundo y a esto le agregamos que la Armada dio un salto cuántico en su
pensamiento y acción como organización. Eso lo sabe casi cualquier persona y si
no lo sabía, pues, con cierta malicia podría haberlo sospechado. La Aviación
Naval, pasó a ser parte importante del sistema fragatas y a bordo, tuve la
honra de nacer, crecer y hacerme viejo como oficial de operaciones navales y
comando, pero a lo que vamos que al viejo Capitán lo hemos dejado en la estela
de la vida.
Me han
mandado muchas veces lo que a todas luces es el desguace de lo que queda de la
Fragata García F 26, donde este servidor entre dimes y diretes, subidas y
bajadas, pasó nueve años de la vida profesional y allí soñé una vida. Confieso
que fue muy divertido, apasionante, honorable, exigente, pero a lo que vamos,
que me pongo romántico y yo ahora, por elección propia soy un feliz capitalista
del primer mundo anglosajón y de ello también me siento orgulloso.
He
hecho toda esta aclaratoria, remitiéndome a mi línea del tiempo, que no es poca
cosa, porque mi amor con la F 26 comenzó por allá en 1985 de manera que han
pasado una treintena y más de años, insisto, de yo haber estado a bordo operándola
como tripulante, pero ella, la fragata ya existía, ya tenía tiempo navegando y
no me pongan a buscar registros inútiles porque ya estoy retirado, muy bien
retirado.
Mis
colegas un poco disgustados sabiendo de mi amor por ese bordo, me piden que
escriba ante la barbarie, el destrozo y el abandono del pobre buque y aquí estoy,
un poco confundido y acordándome del Ford LTD Landau de mi padre, porque de
haberlo conservado, no creo que sirviera para mucho, además me costaría mucho
dinero, pues, colegas queridos, pasa exactamente lo mismo con un buque, en algún
momento deberá fallecer, el problema es que estos asaltantes de caminos no han
modernizado el inventario, corrijo, intentaron hacerlo con buques mediocres un
poco litorales y de corto alcance de las armas, porque una decena de kilómetros
es corto alcance en la mar.
Aquí en
los Estados Unidos, cuando Ingalls Shipbuilder bota a la mar una fragata, el
Departamento del Navy, la encuadra primero y luego pone el día de
desencuadrarla y vieran ustedes mis queridos colegas, el impecable estado en
que son desechadas, pues bien, ya la F 26 no da para más, pero allí, en esas
cubiertas, en esos locales de tecnología para el combate navegé cientos de
miles de millas y allí, soñé toda una vida, que ahora y por la reciedumbre de
la mar entiendo que fue mi amada maestra.
Este
gobierno maula, de chambones absurdos no solo destruye, sino que, a su paso,
los atilas no dejan que florezca el pasto de las ideas y la prosperidad.
Bernardo Jurado es Capitán de Navío, ex
comandante de cuatro buques de guerra y marinero por vocación con diecisiete años
a bordo.
Me reportan que han intentado poner comentarios, sin resultados positivos.
ReplyDeleteMe reportan que han intentado poner comentarios, sin resultados positivos.
ReplyDeleteEjercí el comando de la Fragata ARV "ALMIRANTE GARCIA" (F-26) desde julio 1988 hasta agosto 1990; realizamos el lanzamiento de un proyectil a la máxima distancia en la historia de Venezuela -no se repetirá con los sistemas de armas incorporados hasta la fecha- batido en latinoamérica veinte años después por la Marina del Guerra de Perú. Los buques de guerra son bautizados, incorporados a la flota y se les afirma el pabellón nacional, y al final de su vida útil son separados de la actividad operacional, con el correspondiente arriado del pabellón, y se envían a lo que algunos intitulan “flota muerta”, para ulterior desguace. La Almirante García no recibió ese reconocimiento, pero sus tripulantes podemos honrar sus servicios al poder marítimo de la nación. Bernardo tu escrito resume devoción y talento, iniciaste ese agradecimiento, te felicito!!! VA Julio Chacon Hernandez
ReplyDeleteEstupendo escrito…
ReplyDeleteEs cierto esa nave pudo dar su tiempo útil
pero tal vez lo peor no sea su desguace, sino que cambiamos equipos qué eran actualizados para la defensa de la soberanía nacional, por unos “bongos piratas sin armas” porque total, que van a sader de la guerra en la mar unos ágrafos infelices del ejército, que ni siquiera sabían de la guerra en tierra,
si durante su servicio, el único momento que podían jugar a vaqueros e indios era en los cursos de paracaidistas y de cazadores o cuando hacían algunas maniobras una vez al año
el resto del tiempo no eran combatientes si no Troperos que cumplían las tres máximas:
saluda todo lo que se mueva
pinte todo lo que se quede quieto y
como le encanta un caminito de piedritas pintadas…
Adios a la Almirante García F-26…
Excelente escrito. Mas aun, los sentimientos y recuerdos que lo generan. BZ!!!!
ReplyDeleteTu fragata y tu hicieron del sueño una realidad. Estos ladrones de hoy solo materializan sus pesadillas.
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