Saturday, October 30, 2021

EL NOMBRE DEL HERMANO MUERTO

 

EL NOMBRE DEL HERMANO MUERTO

            Es una responsabilidad que le agregaron al niño por ignorancia, por no entender las fuerzas del universo y por ende de Dios.

           De acuerdo con él mismo, a quien vi en esta semana que aún no termina, al poco tiempo de haber muerto su hermano Salvador, pues, nació él y sus padres supuestamente para honrar al hijo fallecido le llamaron: Salvador Felipe Jacinto.

            Nos fuimos a la bella y pujante ciudad e Tampa, puerto de mar de atardeceres de sueño, edificios modernos, autopistas inmensas y blancas. Fuimos a presentar el libro de Luis Sojo, que como saben se titula ‘’Yo mismo soy’’, en referencia al pasaje bíblico del Éxodo en el pentateuco, pero además íbamos con toda la intención de conocer la mayor colección de obras de Salvador Dalí en América.

            Realmente queda en Saint Petersburg a unos treinta y cinco o cuarenta minutos de mi hotel y fue un recorrido estupendo. Al llegar llovía pertinazmente y para evitar el inmenso desastre en el cabello de Doris, que me costaría su humor, pues saqué de la maleta del auto, mi paraguas de golf que es casi una carpa y caminamos por la bella estancia lindante a una marina de proporciones oceánicas. El museo fue construido especialmente para ello, moderno y con unas cupulas, ábsides, esferas de vidrios a los lados de manera poco usual y a la entrada una tienda, pero a lo que vamos, que te recibe nada mas y nada menos que Salvador Felipe Jacinto Dalí Doménech en una pantalla interactiva a tamaño natural del artista, bien trajeado de azul y corbata, zapatos impecables y bastón elegante, para explicarte en inglés pero con su marcado acento español, las vicisitudes de su vida, de su arte, de sus amores.

            Solo dos museos albergan las obras de Dalí, el de aquí y otro queda en Figueres España, donde yace su cuerpo enterrado, porque no les he dicho que el artista es el primer Marqués de Dalí y Figueres. Un tipo cómico que algunos no le prestarán atención, pero les informo que he estudiado su vida y ciertamente llamaba  la atención donde llegaba por sus excentricidades, sus loqueras, su irreverencia, pero en lo personal comparto su celebre frase: ‘’Que hablen bien o mal, pero que hablen, pero si lo hacen para mal, me gusta mas porque significa que me va muy bien’’

            También agrego lo siguiente: ‘’ A la edad de seis años quería ser cocinero. A los siete años quería ser Napoleón. Y mi ambición ha ido creciendo constantemente desde entonces.’’

            Y creo que debemos seguir, porque sus frases le definen quirúrgicamente: ‘’El termómetro del éxito es simplemente la envidia de los descontentos.’’ Y así podríamos seguir, pero debo decirles que el museo es sobrecogedor, impresionante, amable, elegante, sublime, hasta que llegué frente a la inmensa obra titulada: ‘’La reunión ecuménica’’ y me he dado cuenta de que todos sin excepción, hasta aquellos vulgares, poseemos algo de Dalí, a quien llamaron con el nombre de su hermano  muerto.

juradopublishing@yahoo.com

 

 

 

 

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