UN GRITO AL
LUCERO
La
mente humana se va sugestionando, creando procesos neurolingüísticos que
transforman la conducta, tanto, que ahora el que no se deprime está fuera de
orden. Yo no recuerdo a deprimidos en mis ancestros. Probablemente lo
simulaban, lo escondían, lo ocultaban, pero eran grandes actores, si ese fue el
caso.
La
producción de serotonina es importante. Debemos hacer de ella una inmensa factoría
de satisfacción sin caer en la ludopatía, pero ¿A dónde vamos con este escrito?
Muchos
de Ustedes han leído los libros sobre la interpretación de los sueños, sin
entender porque ellos ocurren, ¿porqué de la manera en que ocurren, porque no
se respeta en ellos los tiempos?, al fin, sin entender la mente.
¡Caso
complejo este!
Resulta
que yo tuve un amigo muy cercano, una persona cómplice y a la vez el gran
maestro. Su palabra, no aguantaba ningún remedo, por la solidez de la chanza y
a diario sonrío sin saber porque lo hago, tan solo pensando cuando le llegó a
decir a aquella novia del momento, el día que se la presenté en el Restaurant
Tarzilandia en la Altamira de mi infancia lo siguiente: “Señorita, vivir con un
Jurado es una aventura inigualable…!no se la pierda!
Era
mi Jefe de Relaciones Públicas o tal vez soy yo el de él, pero fuimos muy
amigos, jamás he tenido una amistad así con nadie y aunque corro el riesgo
severo de ser pechado por mis muchos y muy queridos amigos, les conmino a que
sigan leyendo para que entiendan porque todos sin excepción están en la segunda
fila.
Éramos
un par de muchachos no tan muchachos, ambos jubilados, ambos socios en aquella
Caracas lúdica, ambos con el dinerillo suficiente como para que nos atendieran
con la hipocresía correcta en los mejores restaurantes y donde estábamos había una
fiesta, celebrábamos cualquier cosa, corrijo, la vida no es cualquier cosa, ¡celebrábamos
la vida!, sin receso, sin pausas y con muchas risas.
En
una ocasión en mi casa, frente al counter de mi cocina, en el último trago de
la noche ataqué con toda maldad su oceánica cultura general, era casi una
ofensa, pero yo era el único que me permitía esos lujos: “¿sabes qué? He conseguido
un error en tu libro, los moros subyugaron a los cristianos por menos tiempo
del que dices” y cayó en la trampa: me dijo con prosopopeya: “mi libro es
producto de una severa investigación y me da la feliz oportunidad de apostar
contigo la cuenta del almuerzo de mañana, donde tendrás que pagar, porque yo no
tengo ninguna duda de lo que he escrito”
Heredé
de él, el nombre, la carrera, la afición por la lectura, por la mar, por la
escritura y por el buen gusto. Hoy sonrío pensándole, hoy estoy agradecido por
haberle tenido como maestro de la vida, hoy me arrepiento de no haberle dicho más
veces que lo amo, porque hoy, mi padre, el hombre más recio que jamás conocí,
cumple trece largos años de haberse ido al encuentro con el arquitecto del
Universo y a mí, esperando mi hora, tan solo me queda GRITAR AL LUCERO, que mi
mente quiere pensar que es él.
Bernardo Jurado es el autor de "Divinos, luego humanos" y ocho libros mas, todos a la venta en Amazon y las mas prestigiosas librerias de Miami y el mundo.
Bernardo Jurado es el autor de "Divinos, luego humanos" y ocho libros mas, todos a la venta en Amazon y las mas prestigiosas librerias de Miami y el mundo.
HOMENAJE A LOS JURADO
ReplyDeleteQuerido y admirado Bernardo Jurado, hijo:
“Con un lucero así, no hay marino que se pierda”, los ingleses en su flemática cultura tienen un dicho: “The apple doesn't fall far from the tree” y esa manzana que tú eres cayó al pie de su árbol paterno y no se ha apartado nunca de su sombra.
Una bella serenata (poema anónimo del siglo XIX) decía:
Si de noche ves que brillan,
Titilantes, las estrellas,
No es que brillan,
No es que brillan,
Es que así se besan ellas,
Es que así se besan ellas.
Si una nube vierte perlas
No es que llora, es que sube;
es que sube y, en el aire,
siente el beso de otra nube,
siente el beso de otra nube.
SI en ti fijo la mirada
con ternura y embeleso,
no es que miro,
no es que miro,
es que mi alma te da un beso,
es que mi alma te da un beso.
En el caso de los Jurado, padre e hijo, no es que tu lucero parpadea, es que guiña un ojo de regocijo al ver su obra realizada y, si ello fuera posible y no una herejía, aprecio que lo hace al ver que su alumno ha superado al maestro.
Con el poeta, grita al cielo tu alma emocionada, “mástiles de gritos en tu alma juvenil florece en canción”, como nos enseñara nuestro viejo Prof. Plaza, en su arreglo del poema de Espronceda.
Me animo a entregarte estas letras ajenas, como homenaje a la dupla Jurado a la cual he aprendido a admirar y querer, por su lucidez esplendorosa que se eleva como Venus y la luna, cuando el sol declina.
Rendido de admiración ante vuestras inteligencias, les dejo de regalo dos piezas de la prosa marinera de sendos poetas universales, a saber: El español Espronceda, en su “Canción del Pirata” y el breve poema “Invictus”, del poeta inglés William Ernest Henley.
En sendos poemas creo ver registrada, en bitácora magistral, la epopeya de dos naves traviesas, como son el galeón que era tu ilustre padre y la fragata de tu vida propia alumbrada por el lucero de su ejemplo, al que has emulado con envidiable lealtad, como nave que sigue la estela del líder de su formación naval y personal, con maestría heredada de su ejemplar buril.
“Con el guía manque me pierda”, dicen nuestros llaneros, y eso ha sido él para ti, un guía, un mentor y, como reconoces, un amigo insuperable, No tenías otro destino que seguirlo y emularlo…y ¡no te perdiste!
HOMENAJE A LOS JURADO
ReplyDelete(poemas anexos)
Invictus
Out of the night that covers me,
Black as the pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul.
In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed.
Beyond this place of wrath and tears
Looms but the horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds and shall find me unafraid.
It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate:
I am the captain of my soul.
En español:
Fuera de la noche que me cubre,
Negro como el hoyo de polo a polo,
Doy gracias a los dioses si existen
Por mi alma invicta.
En la garras de las circunstancias
No he llorado ni pestañeado.
Bajo los golpes del destino
Mi cabeza ensangrentada sigue erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
Yacen los horrores de la sombra,
Sin embargo, la amenaza de los años
Me encuentra, y me encontrará sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
Cuán cargada de castigos la sentencia,
Yo soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.
José de Espronceda - La canción del pirata
Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela,
no corta el mar, sino vuela,
un velero bergantín;
bajel pirata que llaman
por su bravura el Temido
en todo el mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar riela,
en la lona gime el viento
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
Y allá a su frente Estambul:
-Navega, velero mío,
sin temor
que ni enemigo navío,
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra,
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío
a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
A la voz de ¡barco viene!,
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar:
que yo soy el rey del mar
y mi furia es de temer.
En las presas
yo divido
lo cogido
por igual:
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río:
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena
colgaré de alguna antena
quizá en su propio navío.
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di
cuando el yugo
del esclavo
como un bravo sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al son violento,
y del viento,
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
Buena esa Bernardo, me complace la menos ser parte de tu segunda lista de amigos, seguro ninguno de nosotros escalará al sitial de honor. Fuerte abrazo, tu tocayo Carlos Bernardo.
ReplyDeleteBuenísimo excelente homenaje a un gran hombre. Ejemplo de muchos oficiales formados en la Escuela del Dios y Patria.
ReplyDeleteSaludos y recuerdos, a ambos.....q siga descansando en paz y velando tu vida y la de toda la familia desde allà...
ReplyDeleteExcelente!!!!!!!!!!!!!
ReplyDeleteMaestro de maestros, tuve el honor de tenerlo como mi profesor de oratoria en la otrora Escuela de Postgrado de la Armada. Saludos
ReplyDeletePara mi fue mi Hermano, un Maestro y un guìa...lo imagino de Orador Fiscal en una tenida celestial....
ReplyDeleteun año mas Bernardito y aun no hemos zarpado a su encuentro por dieposicion del bien llamado por ti el Arquitecto del Universo...aqui estamos...amigo...respirando..vivendo tu, sobreviviendo muchoas aquí...horizonte de cambio muy lejos y nubarrones no permiten bajar las estrellas, ni la recta de sol...ni verificar el error de giro para corregir la derrota...en fin de repente provoca para máquinas y quedarse a la deriva o al pairo,,
ReplyDeleteExcelente Bernardo
ReplyDeleteNunca lo conoci,solamente he escuchado muchas cosas hermosas de él. Lo admiro y lo respeto por todas sus buenas acciones.Saludos
ReplyDeleteQue Dios le conceda paz a su alma, y a ti seguir disfrutando de su recuerdo.
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