Sunday, September 25, 2016

LA GRAN IMAGEN


LA GRAN IMAGEN

            Como sana práctica desde hace muchos años, acudo a mi libro de cabecera cuando de problemas se trata, para poner a mi autoestima en la correcta dimensión, junto con mi ego, mis emociones, virtudes y muchos defectos.

            En su capítulo llamado “El obstáculo de la perspectiva” que he leído probablemente cientos de veces, cada vez consigo algo nuevo para mí, porque las mismas letras han estado allí desde la primera edición y soy yo quien las interpreta de acuerdo a mí madurez intelectual, de manera que allí les va la primera perspectiva.

            ¿Considera Usted como judío que es, un problema vivir en la Alemania Nazi?, seguro estoy de ello. ¿Cómo no va a serlo si allí se eliminaron, exterminaron, pulverizaron a seis millones de ellos? Pues bien, dice el libro “Sea el número uno” de Robert Ringer que treinta años después, “en un pequeño pueblo al sudeste de New York, llamado Scardale, un descendiente directo de judíos víctimas de aquellos tiempos cree que está agobiado por los problemas, porque alguien de la oficina está intentando quitarle el cargo, su Doctor acaba de decirle que deje de fumar o debe atenerse a las consecuencias y su amante lo amenaza con romper con él si no abandona a su esposa, pues bien, si este hombre se encontrara de repente en Auschwitz en 1942, sería por contraste, incapaz de identificar como problemas esas futuras e hipotéticas circunstancias”

            La gran imagen es aquella que hacemos en nuestro cerebro, que a la vez puede convertirse en un gran enemigo constructor de grandes imágenes, buenas o malas, pero siempre grandes de acuerdo a la dimensión que Usted quiera darle para lograr agobiarse, entrar a engrosar el ejército de paranoicos, de discapacitados para tomar decisiones basado en los hechos y no en lo que cree que son los hechos.

            Si Usted viviera en un país subdesarrollado o tal vez en un país con características medievales y bárbaras como lo es la actual Venezuela, donde un profesional promedio puede sentirse hasta contento con ganar el equivalente a treinta dólares al mes, ¡ese es un gran problema!, pero que de alguna forma no domina, porque la estructura se convierte en la gran imagen y ante eso debe tomar decisiones micro y macro económicas de urgencia , que yo no voy a entrar a enumerarle porque no es mi problema, ¡es absolutamente su problema! Y aquí viene la otra: no te metas en los problemas que no te competan, porque tú tienes y fabricas ayudado por la “gran imagen” que tu cerebro hace, tus propios inconvenientes y en vez de relajarte, pensar con cordura, disfrutar de la soluciones, darle la justa dimensión, te enfrascas en el stress que esto produce, dejas de vivir, tu presión arterial aumenta, enfermas y espero que mueras antes de contagiar de la bobería al resto de la humanidad.

            Muy conocido: si tiene solución ¿De qué te preocupas? Y si no tiene solución, ¿de qué te preocupas?

           

 

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