Tuesday, August 23, 2016

LA VIDA ES UN BAILE


LA VIDA ES UN BAILE

            Pareciera que hay personas que poseen un interruptor de felicidad, de hecho creo que todos lo tenemos y con visión selectiva vamos a lo malo, a la crítica, al maltrato. Cuando vienen mis coterráneos hasta las costas floridanas se les ve en la cara, maltratan, no sonríen y es que no puede ser de otra manera, porque solamente maltrata quien ha sido maltratado.

            En lo personal siempre tengo mi interruptor de felicidad en “on”, siempre estoy feliz, porque entiendo que es una actitud individual, es un trato, un pacto, un secreto contrato conmigo mismo y por ende celebro, por aquello que escribió Francisco Urondo:”Si Ustedes lo permiten, prefiero seguir viviendo”

            Ahora leo un compendio de eximios cuentos del inmortal Mario Benedetti titulado, “El porvenir de mi pasado” y he conseguido unas cuartillas en soneto que el Uruguayo fantástico se dio a llamar “Brindis” donde entre otras cosas dice brindar por el amor que se desnuda y por el invierno y sus bufandas, por las remotas infancias de los viejos y las futuras vejeces de los niños.

            Creo que la actitud para la queja es española, es ibérica y con z, somos como ellos o tal vez somos ellos, pero la queja nada deja, nada construye, nada idealiza, se los explico mejor: en esta semana, haciendo mis locos ejercicios de templanza decidí hacer un ayuno de malas noticias, me dediqué a la lectura, al silencio por horas, a hacer lo que San José María Escrivá de Balaguer llego a llamar la santidad de las cosas ordinarias y los resultados han sido óptimos, medito con mayor profundidad y mi trabajo intelectual fluye como la música del baile de mi vida.

            “En esto de vivir todos somos aficionados”, así lo decía Charles Chaplin, la vida es tan corta que no da para más. Ya no lucho, no porque haya perdido la voluntad, sino porque conspiro con lo inevitable, ya no discuto, porque si mi punto de vista no le parece apropiado le doy la razón con todo gusto aunque sepamos quien la tiene, sonrío ante lo predicho y camino sin pesos, porque yo sé que pertenezco a algo aún más importante que la fútil discusión, porque somos primero seres espirituales, disfrazados con este cuerpo.

            Como es de esperar hago el trabajo correspondiente para que las cosas se den, pero de no ser así, disfruto el camino. Sigo sonando, sigo amando lejos de los odios, del chisme y el ruido de la lisonja y el truco, del alboroto del rumor y la envidia.

            La vida es un baile y Alejandro Dumas (hijo), escribió algo para la reflexión más profunda: “La vida es fascinante, solo hay que mirarla a través de las gafas correctas”

            Por los momentos me ejercito como si fuera a ir a las próximas olimpiadas y mi vida dependiera de ello, leo como si las letras se fueran a acabar, oro como un profeta en el desierto y me rio como si fuera la encarnación de Guillermo Álvarez Guedez o tal vez de Verdaguer.

            ¡Los invito a bailar este paso doble del vivir!

 

 

3 comments:

  1. me anoto...uso lentes multifocales para ver bien lo que se me presenta, lejos, media distancia o lejos y afortunadamente medio se bailar al ritmo que disponga el director de la orquesta que esta en el cielo...saludos JR y a seguir bailando por mucho tiempo...y si me pisan en la danza, me quejo para mis adentros..

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