EL PÁJARO LOCO

EL PÁJARO LOCO

            Debo aclarar que no me refiero a las maneras extrañas de Jorge Rodríguez, tampoco a los gustos de Rafael Ramírez, así les caiga malísimo y ellos sean rojos rojitos, par de conjeturas y afirmaciones también extrañas y probablemente lindantes a la femineidad. Hasta allí todo está bien porque no podemos olvidar que en el Tercer Reich, guardando las inmensas distancias también ocurrió lo mismo, no se hagan,  ¡Ustedes saben a qué me refiero!

 

            Lo que está ocurriendo con la economía Griega es un juego de muchachos con respecto a lo de Venezuela, pero al formar parte de la Unión Europea y no del ALBA, la cosa toma un cariz intenso que hace que las bolsas de valores mundiales se resientan, de manera que tenemos  a manos un interesante índice de medida de lo que significan las precitadas organizaciones.

            El pájaro loco es peligrosísimo, tanto, que recordamos que hablo con Maduro en aquel paraje donde Cilia Flores puso cara de pájara, mientras escuchaba la onomatopeya del cuento conversatorio ornitológico.  

 

            Este ovíparo ha afectado mucho la psiquis de todos, nos tiene locos, como dijera el difunto. La oposición, también afectada por el que pareciera un letal animal volador no reclama las más mínimas y elementales  reglas de juego en la jaula en que se ha convertido el Consejo Nacional Electoral, que viola permanente y sistemáticamente la ley, también llamada electoral y pensamos en ir a ganar luego de más de una veintena de justicieras contiendas legitimadoras de la dictadura. Sé que me atacaran y me preguntarán cual es mi propuesta y tan solo les digo que la mía es la de salvar el obstáculo de la realidad del que alguna vez escribimos en esta misma tribuna. Considero que poseemos una oposición que se las ha jugado, pero hasta la mitad de la partida, porque no podremos nunca jugar al Póker, aplicando reglas de Black Jack, esperar ganar y de paso con un croupier autorizado para robarnos en nuestras narices en la misma mesa de juego, de manera que si tendría yo que apostar mi dinero en esa partida tan dicotómica, no lo haría, a menos que realmente estemos todos dispuestos a jugar el Black Jack que conozco y que por favor, cambien el croupier que nos roba. No es tarea fácil, claro que no, pero debemos preguntarle al pájaro loco: ¿hasta cuándo vamos a seguir llorando en cada elección? ¿Cuándo enfrentaremos la realidad? ¿Realmente la oposición existe? Cuando digo oposición lamento incluirlos a todos, pero creo lo siguiente: No se debe bajo ningún concepto arriesgar la vida, yo no creo en lideres presos o muertos, la unidad es en definitiva una fuerza contra la que no podrán, la organización es la punta de la lanza para volver loco al pájaro, debemos terminar lo que empezamos y ya Sun Tzu lo llego a decir en el arte de la guerra, “el arte de la guerra está gobernado por cinco factores constantes que han de tomarse en cuenta cuando se trata determinar las condiciones existentes en la batalla: La ley moral (que nos asiste), el cielo, la tierra, el Comandante, el método y la disciplina….así volveremos más loco a este pájaro.