TIEMPO DE CANALLAS

Me gusta estar entre escritores, creo que la gran mayoría poseen buen humor y conjugan con maestría esa mixtura entre la humildad y la arrogancia. Son extraños especímenes de esta tierra de códigos que solo pocos entienden, que solo pocos están dispuestos a descifrar y que otros muchos abrazan el deporte de la crítica infame sin entender lo difícil que es crear con tanta frecuencia. El llenar formularios de manera mecánica, seguramente puede hacernos buenos funcionarios públicos, pero la creación de una novela por ejemplo, donde los personajes poseen vida propia y revuelven el oficio de escribir por dentro, donde la historia la comenzamos sin saber dónde terminará y también donde la mente comienza a encausar otros diálogos que conforman la vida de este sueño guiado que es el leer. Como siempre hago. Cada vez que leo a alguno de mis amigos y sus libros son de excelente calidad, me tomo el tiempo para dar con humildad una opinión siempre positiva, porque si la obra no me pareciere buena, simplemente con mi silencio tengo, al entender que no soy yo el fiel de la balanza del buen gusto literario, de manera que en este caso no puedo menos que felicitar a mi admirado amigo Carlos Alberto Montaner, por su obra "Tiempo de canallas". Una historia llevada a cabo en los años cuarenta, llena de al menos tres de los intereses de la psiquis del humano y explotados e imbricados con maestría, elegancia y muchísimo talento. Carlos Alberto nació en la Habana y ha vivido en España y Miami, pero es un escritor universal y prolífico y como antes lo dijera, posee un excelente buen humor y un inmenso don de gentes. Esta obra “Tiempo de canallas” me ha gustado mucho, porque la sorpresa es su aliada en la muerte, el sexo y el amor y al llevarse a cabo a comienzos de la guerra fría entre la extinta URSS y los Estados Unidos, esa época que viví parcialmente me gusta mucho al entender desde los intríngulis que ilustra este autor, que la inteligencia pudo mas que la fuerza, como suele ocurrir. En la reunión de escritores, donde nos tomamos juntos aquella foto, le pedí que autografiara mi copia y hoy le digo sin empaches que en este oficio (el de escribir), es el único en el que la edad es una gran ventaja competitiva y que al pasar el tiempo, depuramos con la experiencia y nuevos conocimientos la técnica y el estilo. Como lo escribe nuestro común editor y amigo Modesto Arocha: “Es un thriller político, es el recuento de una época, y es, además, una historia de amores y traiciones con un inesperado final” Felicitaciones al autor y a su equipo de trabajo, porque cuando nace una obra brillante como es “Tiempo de canallas”, las mentes de los inteligentes se alumbran y los oscuros comunistas, malhechores, sátrapas y tontos manganzones, toman su correcto y subalterno escalón en la teoría de la evolución de la especie humana Darwiniana.