EL SACO DE GRILLOS
Supongámoslo, pero luego de que lean, se verán retratados en cualquier ángulo que deseen. Inventemos un dialogo:
-Fulano, tenía tiempo sin verte, te estas quedando
calvo y además te veo con más peso que hace unos años.
-Si, ciertamente ¿tanto se nota?
-Si se te nota mucho, en menos de un año estarás
totalmente sin cabello y si no te cuidas tu cintura subirá un par de tallas.
Fulano, inteligente, replica: ¿puedo decirte algo, ya
que aprecio tu ayuda?
-Si por supuesto, dice el imprudente metiche.
-Fíjate que tú eres tonto, lo he notado hace más de
diez años, ahora eres más tonto que antes y piensas que eres inteligente, es
ese un problema porque el único que no sabe que eres tonto, ¿adivina quién es?
-Me estas ofendiendo.
-No, de ninguna manera, de calvo y gordo a tonto,
hablemos con sinceridad, porque te estoy ayudando tanto como tú lo has hecho
conmigo, lo que ocurre es que yo sé que me estoy quedando calvo y haré dieta,
para bajar mi ampulosa y grotesca barriga, yo me veo en el espejo y todo lo que
con buena intensión me has dicho, ya lo sabía, la diferencia entre tú y yo, es
que tu no solo no sabes que eres muy tonto, sino que no lo ocultas y nadie
excepto yo que te quiero mucho, pues, te lo digo. ¿qué te parece?
Es
ese exactamente el saco de los grillos, el permitir instalar en la mente en
honor a la amistad, los absurdos y ponzoñosos comentarios que seguramente por
tu culpa, te quitarán la paz, ahora intenta meditar, mindfulness, el estar en
el momento presente y apuesto a que recurrentemente te llegará a la mente el
desafortunado encuentro con el supuesto amigo.
Cada día,
si no lo practicas, te será más difícil callar tu mente atribulada por tonterías,
por distracciones, por ruidos absurdos, por tontos metiches.
Solo tú
tienes el poder de permitir o no, que tu mente se convierta en un saco de
grillos, cuyo ruido no permitirá tu concentración y además te quitará el primer
escalón para subir la escalera de la felicidad, la cual es la paz, o ¿es que
acaso conoces a alguien que esté feliz sin paz?
Tu
permitiste lo siguiente: en primer lugar, que el tonto se acercara, en segundo lugar,
que te diera un consejo que no pediste, en tercer lugar que arguyera la amistad
para criticarte y vengarse de su propia escases y en cuarto lugar, permitiste
que te afectara en tu psiquis, en tu equilibrio.
Si
tienes una mente que grita como un saco de grillos, esa también es tu responsabilidad.
Cuida tu mente, cuida tu espacio mental y físico y nunca permitas que alguien
te turbe, solo tu eres y serás el responsable y la mejor manera es guardando
distancia, porque el tonto lo seguirá siendo y al tu permitirlo, deberás
preguntarte quien es más tonto.
Eres
lo que repetidamente haces o permites o dejas pasar a tu templo, de forma que escógelo,
limítalo y el saco de grillos guardara silencio.
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