Thursday, March 7, 2024

LA ESTATUA DEL CRÍTICO

 

LA ESTATUA DEL CRÍTICO

            Alrededor del mundo puedes ir a cualquier plaza Bolívar, al monumento de George Washington, en la cubana Cojímar al busto del escritor Ernest Hemingway, la estatua de Honoré de Balzac, Lord Byron, Sir Arthur Conan Doyle y todos los demás héroes y notables personas que modificaron y ayudaron a este mundo a ser mucho mejor, pero te aseguro que todos sin excepción fueron criticados, seguramente como lo eres tú mismo.

            Napoleón Bonaparte también tiene la suya, Francisco de Miranda, pero solo pregúntate: ¿Por qué estos grandes hombres y mujeres tienen estatuas que recuerdan sus hazañas, sus labores, sus virtudes y sus oficios, triunfos y pensamiento y sus críticos están en el más absoluto olvido?

            Por supuesto amigo lector, pero más aun a nuestros escritores de Jurado Grupo Editorial y todo aquel que desee abordar el honorable oficio de escribir, les va esta otra pregunta: ¿ante la evidencia de lo que aseguro y toda vez que el mundo jamás recordará a los críticos, crees que deberías entonces modificar tus acciones, modificar tu pensamiento por la opinión de un envidioso, un escaso, una persona menos que tú, que te dice o dice a los cuatro vientos cómo deberías hacer tú las cosas que él no puede?

            Los críticos y más aun los criticones, no tienen estatuas porque no son importantes y el mensaje para ti, es que no merecen el esfuerzo ni siquiera de escucharlos y permitirles que horaden en tu psiquis y te hagan entrar en dudas. Debo subrayar que esto incluye seguramente a algunos familiares y amigos con los cuales ya no tienes ninguna relación valor por valor.

            Quien te critica te admira  en la oscuridad de su resentimiento, que se traduce en una sola palabra ‘’envidia’’, por el contrario, quien te aúpa, te recomienda y sugiere, que son verbos y acciones absolutamente diferentes, pues son de tu equipo, pero alto, stop, deténgase: jamás permita a alguien que venga sin su consentimiento a sugerirle o a darle un consejo que usted no ha pedido, porque ese es un criticón camuflado que desea pasar por amigo.

            Estimado escritor, te auguro que escribas sabroso, que escribas profundo, con técnica literaria, con documentada prosa, con ingenio creador, con diversión literaria, imagines y que pongas a llorar al abecedario enseñándonos nuevas y ricas palabras y luego que vendas muchos libros para iluminar al mundo y para llenar tus bolsillos, porque nosotros no creemos en el escritor pobre, al contrario.

            Los críticos no tienen estatuas, porque no son importantes, son solo un estorbo que demuestra una vida vacía que intenta llenar del rumor, del chisme y el resentimiento que es la justificación moral de la envidia.

www.juradogrupoeditorial.com



           

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