EL CARBUNCLO AZUL

 

EL CARBUNCLO AZUL

            No solo es una piedra preciosa que no existe, por cuanto el carbunclo es color granate, sino que es el título de un capítulo usado por Sir Arthur Conan Doyle en la célebre serie "Sherlock Holmes".

            He conseguido en un raído libro en mi biblioteca, un artículo de un tal John Gibson, un condensado de ‘’This Week’’ sobre el triunfo de los que llamaría los ‘’carbunclos azules’’, porque siempre son menos los exitosos, pero déjenme mostrarles algunas preguntas cuyas respuestas están bien sustentadas con respecto a los factores del éxito:

            ¿Cómo aumentar las probabilidades de éxito?

            Siempre tendremos más probabilidades, trabajando en la ocupación que más nos satisfaga y en la que mejor podamos expresar nuestra personalidad. El que no ama su trabajo, pocas veces se distingue en él.

            ¿Cuál es la cualidad distintiva de los que triunfan?

           Sin dudarlo es la persistencia. Muchos hombres sobresalientes poseen inteligencia y aptitud medianas, pero tiene mucha voluntad para emplear su tiempo, para realizar una tarea y perseverar frente a grandes dificultades.

            Las estadísticas indican que, si sus padres se distinguieron en la vida, usted tenga más posibilidades. Al contrario de lo que se dice, forman una minoría los hombres notables de orígenes humildes.

            ¿La felicidad y el éxito material marchan de la mano?

            Solo hasta cierto punto. Personas de ingresos muy bajos o altos son los menos felices. Un ingreso que sea suficiente para asegurar la tranquilidad material es lo conducente a la felicidad.

            ¿Será verdad que el éxito ayuda a prolongar la vida?

            Esta me gustó mucho: ‘’…a pesar de los hechos de los hombres notables que se recargan de trabajo y de ello mueren a temprana edad, hay pruebas de que el buen éxito, contribuye, en la mayoría de los casos, a alargar la vida. Los psicólogos sostienen que la tranquilidad de ánimo es factor importante del bienestar y el grado de éxito que uno haya alcanzado en la vida influye poderosamente en su estado de ánimo. Todos los estudios médicos de la época, concluyen que mientras más necesidad de vivir tenga un hombre, más vivirá probablemente.

            En materia espiritual, el estudio llevado a cabo en 12.000 personas, me refiero a las respuestas de las preguntas anteriores, pues, revela que las personas pudientes, exitosas, son aquellas que asisten con mas frecuencia a los servicios religiosos. Pareciera que no solo de pan vive el hombre, es cosa que parecen comprender mejor los que han dejado huellas en su paso por el mundo, esos a los que llamo las personas del carbunclo azul: aquellos entusiastas, emprendedores, visionarios, tozudos, tercos, con una idea y un ímpetu no negociable. Aquellos estudiosos de las habilidades que deben desarrollar para diferenciarse, para seguir en un aprendizaje sin detenerse, para continuar a pesar de las adversidades y además, como paradoja, lucir tan pulidos, tan impecables, tan sonrientes y triunfadores, como el carbunclo, pero no rojo, como cualquiera, sino azul, como ninguno.

            El éxito es un hábito y es el resultado de las pequeñas tareas diarias, que nos acercan a las metas.