AUN NO TENEMOS BAJAS

 

AUN NO TENEMOS BAJAS

            Creo que llegará más pronto que tarde el saludo entre amigos comunes, tal vez por intermedio de un teléfono celular inteligente, algo así como: Buenos días, Juan, ¿cómo amaneciste? Y el tal Juan, septuagenario, seguramente, deberá contestar con la verdad: -pues aquí, aun no tenemos bajas.

            Por motivos naturales se nos acerca y eso más que una tragedia, es un privilegio, llegar a viejo implica capacidad, no solo de salud física sino mental y espiritual, es repito, un privilegio de la naturaleza, lo que no implica que se le deje de temer por dos razones que en mi caso personal y aprendido de mi padre, les puedo enumerar: la primera es que aunque todas las religiones monoteístas y pluriteistas, nos prometen una vida mejor en el cielo, pues, yo preferiría tomar un ron muy barato en este pecaminoso mundo que es el que conozco, a un ‘’Blue Label’’ en alguna parte del cielo. La segunda causa de miedo a la muerte es el apego natural hacia nuestros afectos, los hijos, los nietos, la descendencia, pero al entender que ellos son prestados y que indefectiblemente deberán hacer sus propias vidas, me temo que deberíamos conformarnos con morir con cierta dignidad, pero eso es mentira.

            Pienso que lo mejor es no darle mucha importancia, de alguna forma entregarnos y entender que, al ser inevitable, pues, disfrutemos lo que ahora tenemos, con humor y flexibilidad, por ejemplo, el actor norteamericano Woody Allen dijo: ‘’No es que tenga miedo a morirme. Es tan solo que no quiero estar allí cuando suceda’’.

            Otro ángulo es que la muerte nos redime, probablemente por miedo a que nos suceda, como si no lo supiéramos, nos referimos a los fallecidos, pillos de baja laya, ladrones, truhanes, asaltantes de camino, sí, nos referimos a ellos, siempre buscando el ángulo positivo y además agregamos que en paz descanse y yo me pregunto: ¿Cómo por qué debo desearle que descanse en paz?, ¿tal vez para que inconscientemente me lo deseen a mi cuando llegue la hora?

            Nikolai Berdiaev, filósofo ruso, se pronunció al respecto: ‘’La muerte es el hecho más profundo y significativo de la vida, que redime al más común de los mortales de la trivialidad de cotidianeidad’’, por supuesto, tenía que ser ruso.

            Y con todo respeto Cicerón en esta se quedó un poco chucuto: ‘’Lo que comunica más serenidad para afrontar la muerte es el recuerdo de una noble vida’’ ¿y los que no tuvieron una noble vida? ¿Y José Vicente Rangel, Hugo Chávez, Lina Ron, William Lara, Tascón, Fidel Castro, pobrecitos, se quedan afuera de la sentencia de filósofo?

            Por mí, que no soy un juez lleno de divinidad, los anteriores hijos de hetairas callejeras, que moren donde le corresponde de acuerdo con el brillante Dante Alighieri, por los momentos y hasta la finalización de este escrito, les informo a todos mis lectores que ‘’aun no tenemos bajas’’.