EL HUNDIMIENTO DEL ANDREA DORIA Y EL
EFECTO SCHNEIDER.
Tenían
RADAR, sabían sus posiciones, hicieron el cálculo cinemático del ‘’punto de máxima
aproximación’’, cumplieron con los protocolos pero algo no salió bien, los
oficiales de puente parecían hacerlo exprofeso, cambiar el rumbo para procurar una
colisión. Había mucha niebla, lo entendemos, pero ese no es el mayor de los
problemas, sino el ‘’Efecto Schneider’’ del que no se habla.
‘’El 25 de julio de 1956, el Andrea
Doria navegaba cerca de la costa de Nantucket, Massachusetts, dirigiéndose a
Nueva York en su viaje n.° 101, en una noche de espesa niebla. Calamai había
ordenado sirena de niebla intermitente y especial atención a los vigías hacia
proa. Además, había encargado a su segundo oficial estar atento al radar y a
los equipos de posicionamiento.
Hacia las 5:30, el segundo
oficial captó un punto hacia proa algo retirado hacia el sudoeste; hizo un
trazado con los actuales rumbos y determinó que pasarían por una banda con un
CPA (Closest Point of Approach, por sus iniciales en inglés, punto más cercano
de aproximación) de más de una milla de distancia. Se siguió punteando la ruta
del barco desconocido proveniente desde los bancos de Terranova. A su vez, el
barco desconocido, el MS Stockholm, detectó frente a su proa a unos 45 km de
distancia al Andrea Doria, y determinó que de seguir el rumbo se pasarían por
banda a menos de una milla por estribor.’’
Durante la Segunda Guerra Mundial
Sidney Schneider se convirtió en una pieza esencial para el sistema IAE:
sistema amigo enemigo y la guerra electrónica era incipiente, no obstante este
joven de Illinois se interesó desde temprano por el hipnotismo y se convirtió en
un experto. Observo que, en repetidas ocasiones, los oficiales de radar
entraban en un estado hipnótico y gracias tanto a sus conocimientos de electrónica,
como de hipnosis, pudo determinar que esto ocurría cuando las ondas electromagnéticas
del radar sincronizaban con las ondas cerebrales.
Esto lo he averiguado anoche después de
las diez PM, después de diecisiete años a bordo y después de cuatro comandos y
estoy aun impresionado.
Hacia las 7:15, el tercer
oficial del Andrea Doria relevó al segundo oficial y traspasó la información
del radar. El tercer oficial notó que el contacto había cambiado de rumbo y que
se pasarían por estribor a menos de una milla. El tercer oficial determinó que
el contacto estaba a menos de 12 millas. El capitán Calamai, al ser notificado,
ordenó un cambio de rumbo que lo hiciera alejarse del barco hacia su proa. El
cambio de rumbo hizo que se cambiara el lado de pasada; este hecho produciría
confusión en el Stockholm. Ninguno de los dos barcos inició contacto por radio.
Hacia las 7:45 ambos barcos
pudieron avistar sus luces de posición. El Stockholm nuevamente realizó una
corrección de rumbo para pasarse por banda y a su vez el Andrea Doria
interpretó el cambio de rumbo del barco desconocido e hizo una guiñada que
anuló el efecto del cambio de rumbo del Stockholm.
Paz a las almas de los desaparecidos,
víctimas del efecto Schneider.
juradopublishing@yahoo.com
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