CUANDO MEJOR ESTÁS

 

CUANDO MEJOR ESTÁS

            Esa es una gran pregunta que debe ser completada, lo que pasa es que para un título de este blog hubiese sido muy largo…allí te va: ¿Con quien estás cuando mejor estás?, esa si, esa es la frase completa y ya se que pasan por tu cabeza múltiples nombres, menos el tuyo.

            Por un momento imagina que seas tan afortunado como para decir que con quien mejor estás es contigo, creo que eso daría rabia, envidia, serías seguramente acusado de narciso, de sobrado, de petulante, pero quienes lo harían en su fuero interno lo verían como una acción epatante, si, me gusta esa palabra, que traduce "que causa gran admiración", pero no la haríamos para causar admiración, de hecho a nadie le diríamos que estamos cómodos en este empaque, ¿para qué tendríamos que decirlo?, lo que si es cierto es que aunque intentes estar acompañado permanentemente, aunque intentes estar distraído, con ruidos, haciéndote el ocupado, en algún momento, tal vez en la noche, o cuando vayas al baño, te darás cuenta si es contigo con quien mejor estás, o requieres de compañías, de cualquiera que aplauda.

            Hoy he salido de la oficina, tuve un día ocupado presentando el examen de un entrenamiento que me gusta porque me mantiene alerta, además es en inglés y eso reticula mi pensamiento de manera diferente y en el cielo no había ni una sola nube, tomé mi vehículo y me fui a la playa, remangué mis pantalones, me descalcé, me quite la camisa y tomé el rosario, el salterio angélico, me gusta mas ese adjetivo y caminé con los pies dentro del agua salada,  esto lo hago, porque de vez en cuando me gusta sentir que estoy conmigo y no con el ajetreo de los tontos, el ajetreo del mundo que no es mío, porque ya todo cambió para mí.

            He aprendido que no necesito aparceros que me conversen en esos momentos de soledad, preferiría el laconismo, la conversación en estricto monosílabo que me permita escuchar el romper de la ola, mientras repito las aves marías y convenzo a quien camine a mi lado, de ser un aburrido interlocutor, porque no quiero hablar, solo pensar, en silencio, en meditativa actitud que de un tiempo para acá, me resulta divertida y amable y como le escuché a un médico español y famoso: ‘’el meditar permite que la ola no te arrastre sino que te pase por encima sin llevarte’’

            Así es, amables lectores.

            Otra cosa antes de que se acabe el papel. Hoy me entrevistó una brillante estudiante de periodismo y me preguntó qué extrañaba de Venezuela y mi respuesta fue: nada, porque no se extraña lo que se tiene. Un país no es una frontera, ni una moneda, un país es una forma de sentir y ahora siento doble, entre mi origen venezolano y mi nacionalidad norteamericana, pero les confieso que el mejor momento es cuando entrego, porque no se puede entregar lo que no se tiene.

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