Saturday, January 8, 2022

SOCIEDADES REPTANTES.

 

SOCIEDADES REPTANTES.

Luego de torturarle, maltratarle y burlarse de él, le llevaban a la celda. Tirado boca abajo en el piso, el carcelero se bajaba la bragueta y orinaba sobre la cabeza del desdichado.



El presidente de la nación decidió intempestivamente detener la caravana presidencial, para comer en un humilde restaurant al borde de la carretera. Todos bajaron de los vehículos. Los edecanes y personal de seguridad, tomaron sus puestos ante tamaña indiscreción del primer mandatario.

Se sentaron y el presidente pidió le dejaran la silla a su derecha vacía y acto seguido invitó a sentarse a su diestra a un ciudadano que se encontraba en el lugar y que mostraba síntomas inequívocos de nerviosismo, tal vez de miedo, de minusvalía. Le temblaban las manos cada vez que llevaba un bocado, no mantenía la mirada con nadie de la escolta, no hablaba, estaba evidentemente acobardado, incómodo. Su pantalón mostraba con aplastante evidencia, que había perdido control parcial de sus esfínteres urinarios.

En la limusina, la secretaria privada le preguntó quien era el ciudadano y Madiva, sobrenombre africano que le atribuyeron a Nelson Mandela, le contestó que era su carcelero por veintidós largos y tortuosos años.  

Probablemente estos piensen que nunca se irán del poder. Probablemente estos reptiles aseguran en sus enfermas psiquis, que podrán seguir orinando sobre nuestras cabezas. Probablemente, los insectos piensan que podrán tener la misma suerte del carcelero de Madiva, que serán perdonados, que podrán tener una vida tranquila, que tal vez puedan caminar por las calles sin guardaespaldas, sin que les reconozcan, que podrán disfrutar de los dineros robados que ellos arguyen que los han trabajado para la revolución, la cual es la madre de la sociedad reptante, pues no, no será así, al menos eso espero yo, pero en ese país del pobrecito, probablemente puedan tener suerte y las leyes que las acomodan puedan permitírselo, pero estimados lectores, esto que sucede en Venezuela, debe servir para algo, de eso si estoy seguro, porque si no, repetiremos la oscura y tenebrosa historia.

Cuando esto termine y caiga por la ley de gravedad, debemos entender que la ley está por encima de todos.

Me contaba el comisario Víctor Amram, que alguna vez consiguió en el vehículo de un famoso comediante ya fallecido, más cocaína de la que podía consumir y por supuesto lo metió preso. El comediante de nombre José, tenía una presentación donde asistiría el ministro de relaciones interiores y el ético comisario recibió una llamada del ministro para que lo pusiera en libertad. Cuando el país resucite, el próximo preso deberá ser el ministro que viole la ley y que obligue a los honestos a violarla, porque de lo contrario, seguiremos en la misma reptante sociedad.

Tenemos presos políticos que nada han hecho. Tenemos muertos ejecutados por funcionarios de la ley, en un sistema que no tiene pena de muerte y tenemos a los peores, aquellos que están de acuerdo, para mantener la oscura cuota de supervivencia en el albañal de su vida.

juradopublishing@yahoo.com

2 comments:

  1. Mi querido Bernardo, usted es brilliante es un honor trabajar contigo. EXCELLENTE...!!

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