EL DOMADOR DE LA MAR

EL DOMADOR DE LA MAR

Si, por supuesto, al final todos terminan escribiendo un libro y sus lectores nos preguntamos, ¿son marineros o escritores?

¿Qué han domado a la mar? , pues más de uno dirá que ha dominado a su mujer por más de treinta años ¿Y qué?

¿Qué importa lo que piensen? Porque si todos pensamos lo mismo, estoy seguro que nadie está pensando.

En la Argentina de 1942, periodo de guerra mundial como se recordará, salió al mercado una hojilla de afeitar “Vito Dumas, la hoja que dará la vuelta al mundo” y así fue, porque zarpó de Buenos Aires, fue a Montevideo, pasó por Ciudad del Cabo, luego llegó a Nueva Zelanda, Valparaíso, Cabo de Hornos, Río de la Plata y recaló nuevamente en su Argentina Natal. Si, eran épocas de guerras terribles en la mar y por si acaso lo atrapaban tanto los aliados como los Nazis, decidió irse sin radio para no ser acusado de espía, de informante o de ser un agente de la inteligencia del contrario y allí debemos detenernos, en ¡la inteligencia del contrario!

Normalmente la inteligencia del contrario, no es inteligencia. Con sobrada experiencia lo digo, porque si pensamos mucho en los pros y los contras de la vida, lo más recomendable es quedarnos echados en la cama a buen resguardo de cualquier peligro.

Su barco velero se llamó el LEGH II, que era el acrónimo de: “four names which maked my life” o sea cuatro nombres que hicieron mi vida; y lo compró en Francia, lo reparó e hizo la hazaña jamás vista de darle la vuelta a la tierra en solitario y sin motor. Secaba su ropa con papel periódico para mantenerla caliente y en realidad, aunque pasó por los sitios prenombrados, solo tocó tierra en tres oportunidades para reabastecerse e hizo las piernas más largas jamás hechas por un navegante solitario, en esa proyección gnomónica aterradora, tan solo con un sextante, sus tablas HO 229, lápiz y papel, pero siempre acompañado de su individual inteligencia y arrojo.

Vito Dumas, argentino pero como casi todos ellos de nombre italiano, se llamaba el héroe olvidado de la Patagonia, el dueño de los mares en la guerra, llevando la paz del conocimiento y la concordia a todo lo largo de los océanos del Sur. Vito Dumas, de nombre novelesco como su vida, es una inspiración para este escribidor humilde, que pensó que dominó en alguna época la mar, pero al comparar los riesgos no puedo menos que ceder mi Comando ante tamaña proeza.

Como todo buen marinero, si, era escritor, pero sobre todo lector y publicó: “Vuelta al Mundo por la ruta imposible”

Murió joven antes de los setenta años, millonario cual más, millones de historias le adornaban su tránsito por esta vida, pero pobre de dinero, que nunca necesitó en los bancos y las inversiones de la mar que eran de él.

Probablemente sea para mí una inspiración de la valentía.

Vito Dumas, Capitán argentino, marinero del mundo, escritor universal, admirado por todos aquellos que alguna vez tuvimos la gracia de Dios de sentirnos inferiores ante la naturaleza.