SALVEN
NUESTRAS ALMAS
Después
de enfrentar la baja presión a bordo del Beneteau 36, sus hijos, un par de
adolescentes de 17 y 16 años, se despertaron, con algo que pareció una detonación.
El
velero Beneteau posee una quilla swing, plegable, eran las dos de la mañana y
como la ignorancia es atrevida, pusieron piloto automático con rumbo sur oeste
y todas las velas dadas. La ola fue un estallido que les volteó mientras dormían
plácidamente y de repente se encontraron invertidos, respirando en una burbuja
de aire y el agua hasta los hombros. El EPIRB, un beacon satelital que por aquí
en los Estados Unidos es obligatorio en las embarcaciones que se alejan de la
costa, se activó al tocar el agua del mar y se prendieron las alarmas. El
velamen abajo era una trampa perfecta para morir ahogados entre la cabuyería y
pasadas las 48 horas, escucharon unos golpes en el externo: tock, tock tock…tock…tock…tock…tock,tock
tock, tres puntos, tres rayas, tres puntos. El menor de ellos que había pertenecido
a los scouts supo inmediatamente que se trataba de S.O.S. que traduce “save our
solves”, o sea ¡salven nuestras almas!, había llegado el US Coast Guard a
salvarlos.
Esta
señal es posterior al usado “May Day” por los marineros y pilotos que se
instauró como llamado de auxilio internacional en 1923 inventada por Frederick
Stanley Morkford (1897-1962) por cuanto el llamado era fácil de entender para
las personas de tierra y es la versión corta de la palabra francesa “venez m’aider”
que traduce “vengan y ayúdenme”, mientras que el S.O.S se inventa en 1927 a raíz
de la Convención Internacional de Radiotelegrafistas en Washington, para el
código Morse.
Para
salvar a las personas en el caso prenombrado, ellos deben estar de acuerdo en
salvarse, por cuanto, como comprenderán la situación es realmente difícil en la
mar, son decisiones coyunturales, entre las que cabe dejar al que no lo desea,
por ejemplo, dejarlo que muera, después de agotar todos los recursos, evitando
poner en riesgo la vida de los funcionarios.
Aquí
en los Estado Unidos, esto se toma muy en serio, la movilización de los
recursos y plataformas de rescate cuestan una fortuna, pero si acaso a alguien
en son de broma se le ocurriera hacer un llamado irreal las justicia le
impondrá seis largos años de prisión y una multa de $250.000.
Los
venezolanos están pidiendo ayuda internacional, el velero está invertido, como
su economía, las personas están dentro, todos los tripulantes vivos, con el
agua al cuello y respirando el mismo aire enrarecido de la burbuja, mientras la
marea bate con sus terribles olas y la hipotermia se aumenta cada minuto, pero
no podemos evitar entender que hay algunos que no desean ser salvados, hay venezolanos
estúpidos que prefieren morir ahogados, que prefieren seguir a este absurdo
proyecto que entorpece el crecimiento, eso no podemos negarlo, de manera que la
disyuntiva es: ¿los salvamos a la fuerza? ¿O por el contrario dejamos que se
ahoguen?
La
invitación es a no bromear con el futuro y aquellos que aun poseen una visión
selectiva hacia lo irreal, deben preguntarse: ¿Cuánto tiempo más durará este
barco invertido antes de hundirse?
execelente analogia de la patologia que estamos viviendo y lo peor es que no hay salvavidas de chaleco para todos los de abordo, yo tengo el mio a buen resguardo para cuando no quede mas remedio sino lanzarse a la mar cuando se termine de hundir...saludos estimado amigo...
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