Sunday, May 29, 2016

LA ADMINISTRACIÓN DE LA POBREZA


LA ADMINISTRACIÓN DE LA POBREZA

            Que el Gobierno me dé una casita solidaria, con un televisorcito pantalla plana ¡siquiera! Mi bolsita solidaria también con la cesta básica, eso sí, la neverita, lo que llaman “tu casa bien equipada”, la pensioncita de mi hija que está embarazada y será madre soltera, ¡pobrecita!

            Existe una administración de la pobreza, es algo aberrante, es una suerte de actitud mendicante de los ciudadanos venezolanos, todos, sin excepción. Comerciantes de bazares, de zarcillos baratos, asistentes permanentes y puntuales a su cita en la peluquería, por aquello de la apariencia, si, es un país de apariencia, interesante, porque deberíamos incluir la apariencia, el aparentar como el octavo pecado capital.

            Observo que ninguno solicita un trabajo estable, amable, que les permita crecimiento y yo los entiendo parcialmente, sé que probablemente sea injusto con muchos, pero no podemos negar la actitud minusválida del venezolano post revolución. El uso indiscriminado del diminutivo no elimina la envidia, créanme que no.

            No son buenas personas estas que pecan contra su autoestima, que son infieles a sus propósitos de prosperidad, desean lo que los otros, pero sin trabajo. Es una queja general, que los restaurantes de lujo se han llenado de una chusma indeseable y gritona que desea a toda costa nuevamente aparentar que son ricos, sin entender la verdadera riqueza, quieren salir de la pobreza sin saber dónde está la puerta, están desesperanzados y sin rumbo y juro con mi mano derecha sobre las sagradas escrituras que el primero de ellos es Nicolás Maduro.

            Cuando se vive en el primer mundo, usamos relojes baratos, carros modestos pero nuevos, ahorramos e invertimos con mesura, nuestras diversiones parcas y en la mayoría de los casos gratuitas y ¿nuestros celulares? Ya saben a qué me refiero, ¡volvemos a la apariencia en el país de mentira!

            Estamos siendo castigados por defecto, si, por el defecto de no haber tomado acción, porque es más fácil no tomar ninguna cuando todo es regalado, hasta la infelicidad, pero este escrito nocturno pareciera estar lleno de malos augurios y no es así, es una loa, una advertencia tal vez al despertar, porque tienen derecho a mayores y mejores servicios, tienen derecho a dar de probar a sus hijos un queso Manchego y otro Suizo, a acompañar la comida con el vino que les venga en gana y a transportarse con calidad a sus trabajos, pero ALTO, DETÉNGASE, todo eso lo podrá hacer, cuando deje de robar la luz con ese cable ilegal que conectó al poste, cuando pague los impuestos y el gobierno no se los robe, ¡cuando  nadie robe! No es un sueño esto, de ninguna manera, Venezuela era así, pero hay hombres y mujeres que no recuerdan como se es un ciudadano, que no recuerdan a su edad que tienen derechos y por ende no quieren, con justificada razón, cumplir con sus deberes, entre los que se encuentra la escogencia de los más capaces para gobernar, más allá del absurdo socialista, igualitario por debajo, el de la esperanza que nunca llega a transformarse en realidad…esto es simplemente, la ADMINISTRACION DE LA POBREZA.

           

4 comments:

  1. ¡Correcto! Incapaces de administrar la abundancia para, por ejemplo, mantener en operación una red eléctrica eficaz; pero muy diligentes e imaginativos para elaborar horarios de racionamiento de la energía. Es algo así como la misma ópera repetida en versiones cada vez más precarias. Usan las definiciones originales para referirse a contenidos diferentes. Es lo que hacen al hablar de justa distribución de la riqueza cuando lo que verdaderamente hacen es la más injusta distribución de la pobreza. Tú tienes mucha razón.

    ReplyDelete
  2. Admirado colega y amigo, ayer me puse un short y sali a pasarle un aguita a mi carro, al frente de la casa paterna de mi capitana. Me dispuse con un trapito y un tobo prestados por mi cuñado y por el vecino ( ex marinero). Mientras me encontraba en pleno baldeo, me llegaron unos pedigüeños y ninguno me ofreciò lavarme el carro, o ayudarme, aunque fuese por una contraprestación dineraria. Quieren la dàdiva, a la cual le llaman ahora "èchame algo" o "sàlvame". Ese es el modelo de clientelismo y populismo y de alimento a la miseria al cual acostumbraron al pueblo. Terminè de lavarlo y al salir se me rompiò la guaya del clutch y estoy penando porque no hay repuestos. No hay baterías, ni cauchos (sigo sin recibir mi tratamiento prolongado en Locatel, cero pastillas para la tensión, al cual fui ayer con mi capitana y solo hay TEKRON, menos mal porque es para la astenia senil y por eso estaba enérgico para limpiar mi carro) . Ayer en cadena nacional NM nos echò el cuento de memoria de la ley de presupuesto 2017, ilegal e ilegitimo, violatorio de la constitución. Escribì un articulo en mi blog "A OTRO PERRO CON ESE HUESO".

    ReplyDelete