DEL HUMOR Y
LA ESTUPIDEZ
¡Advertencia!
Tengan cuidado con los escritores
como Jorge Luis Borges, como Camilo José Cela, son peligrosísimos, inclusive después
de su muerte. Son individuos que a los poco rápidos, les dejan desnudos y ni
cuenta se dan. Individuos de la fauna actual, no aguantarían a un Andrés Eloy
Blanco, es que no pueden, no poseen esa sensibilidad para entender que se están
burlando de ellos, con frases y salidas amables, pero es que el humor, el
bueno, el de altura, el de la inteligencia sin groserías, no se puede entender
si Usted por ejemplo es el Presidente….!obrero! o si acaso también es el
Presidente…!cocalero! o como ocurre en Nicaragua, es el Presidente…!guerrillero!.
Es complejo esto de los trabajos parciales que tienen algunos mandatarios.
Cuando
escribimos corremos riesgos, son tantos, que hasta personas que no saben
escribir bien, se sienten con el derecho de criticarnos y ¡es que están en su
derecho! Y paso entonces a demostrárselo:
El
padre de Alejandro Dumas, que poseía su mismo nombre, escribió una obra que
tituló: “El vacío doloroso “y un
buen amigo suyo, (vaya Usted a saber que tan amigo), le llegó a decir que ese
era un título sin sentido a lo que el escritor espetó: “como se ve que nunca le
ha dolido la cabeza”, podríamos inferir que el amigo aun en el cielo sigue
buscando el significado de la inteligente respuesta que yo en lo personal
incluyo en el humor.
Por
otro lado, un poeta y amable escritor llegó a escribir: “con que al fin te
convenciste/ con que al fin te gané yo/ al juntar el conque orinas/ con el
conque orino yo; y algunos urólogos aun deberán tomarse un tiempo para
descifrar el acertijo urinario.
Por
lo antes escrito, debemos seguirle advirtiendo, sobre a todo a aquellos con
inquietudes de poetas y juglares y por ello paso a contar lo que le ocurrió a
Borges: “-Borges, ¿qué podemos hacer por los jóvenes poetas?
-Disuadirlos -contestó.
Otro desmesurado, en cierta
ocasión, le estrechó la mano y, pleno de emoción, le dijo:
-¿Usted sabe, Borges? Yo escribo.
-Y este le contestó, Yo también.
Hubo una señora que lo paró en la
calle y le preguntó:
-¿Usted es Borges, verdad?
-Momentáneamente.
Mis
respetados lectores, como comprenderán, el humor requiere de inteligencia
sublime, quisquillosa, educada y burlona, amable y cuidada.
El
Dictador Juan Vicente Gómez, se hacía acompañar de un cura de conducta
irregular cuyo nombre no daré en honor a su “santa” memoria, pero era proclive
al licor y las damas, gran conversador y orador y en algún momento se le exigió
unas palabras para honrar a unas casamenteras sentadas a la mesa del General y
el cura excomulgado llegó a decir un tanto licorado: “Señoritas…sus senos son
tan grandes/ que cosa tan atroz/ sus senos son más grandes/ que el gran poder
de Dios”, y como es de esperar, aquellos poco ilustrados le aplaudieron a
rabiar, mientras las damas ruborizadas querían morir. Algo así como lo que le
pasó a María Isabel de Chávez, cuando en la televisión le ofrecieron lo suyo.
Unos
tienen buen humor, otros son estúpidos.
correcto amigo, pero aqui privan los estupidos, los de buen humos ya no se dejan ver ni oir, esperemos que el cambio lo permita de nuevo, para por lo menos sonreirnos...
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